Dos Bocas: costos se disparan y sigue sin operar plenamente

La refinería acumula más del doble del presupuesto inicial y aún no alcanza su plena producción.

La Refinería Olmeca de Dos Bocas, uno de los proyectos insignia de la Cuarta Transformación, ha costado más del doble de lo planeado y sigue sin operar plenamente, a pesar de que debía comenzar a refinar en 2022.

De acuerdo con una revisión de 9 mil facturas de pagos a proveedores, instituciones de crédito y al SAT, realizada por Grupo REFORMA, el costo total de la refinería hasta diciembre de 2024 asciende a 19,652.9 millones de dólares, más del doble de los 8 mil millones proyectados inicialmente.

En términos de gasto, esto representa 185.6 millones de pesos diarios entre 2019 y 2024, sumando 378,174.58 millones de pesos en total.

Costos descontrolados y sin retorno inmediato

El 62% de los pagos se realizaron en dólares, alcanzando 12,069 millones de dólares (233,955.3 millones de pesos). El 38% restante se realizó en pesos mexicanos, con una cifra de 143,847.5 millones de pesos.

Especialistas han señalado que la inversión en Dos Bocas podría no ser rentable a largo plazo, debido a los sobrecostos y la incertidumbre sobre su capacidad para operar a plena producción.

Errores de planeación y un proyecto politizado

Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, criticó la falta de planeación y la toma de decisiones basada en intereses políticos:

“Las empresas que fueron invitadas a construir el complejo advirtieron que no era posible realizarlo en los tiempos y presupuestos planteados, pero se ignoraron esas advertencias.”

Monroy recordó que el funcionamiento de una refinería no es inmediato, sino escalonado, y que la rentabilidad solo se obtiene cuando opera a plena capacidad durante largos periodos de tiempo.

Además, señaló que hay costos adicionales no considerados en el presupuesto original, como la adaptabilidad del puerto marítimo en Tabasco, que ha requerido otros 1,500 millones de dólares.

Tres riesgos clave por el sobrecosto

Jorge Cano, coordinador del programa de Gasto Público en México Evalúa, identificó tres principales riesgos derivados del excesivo gasto en la refinería:

  1. Distorsión del costo-beneficio: La rentabilidad del proyecto podría verse comprometida, pues su alto costo dificulta recuperar la inversión con la venta de combustibles.
  2. Impacto en las finanzas públicas: Pemex ha recibido más de 2.2 billones de pesos en apoyos fiscales, lo que genera una enorme presión sobre el presupuesto federal.
  3. Desvío de recursos clave: La apuesta por Dos Bocas ha significado recortes en otras áreas fundamentales, como salud y educación, afectando la inversión en proyectos de mayor impacto social.

“Pemex se ha convertido en un pozo sin fondo de recursos públicos, lo que ha obligado al gobierno a recortar otras áreas del gasto”, advirtió Cano.

A pesar de la fuerte inversión, la refinería aún no produce gasolina ni diésel en los volúmenes prometidos, y su viabilidad financiera sigue en duda.

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