El crimen organizado en Michoacán ha pasado del cobro de piso y las extorsiones a intentar tomar el control total de la industria limonera, infiltrando la administración del comercio del producto en la región de Tierra Caliente.
Ante esta situación, la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) anunció el cierre de sus oficinas en Apatzingán el pasado 22 de febrero, aunque el tianguis limonero seguirá operando bajo resguardo de fuerzas de seguridad estatales y federales.
Grupos criminales buscan apoderarse de la industria limonera
Fuentes ligadas al sector citrícola revelaron que grupos delictivos como Los Viagra, Los Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) buscan no solo obtener ganancias de la compra-venta de limón, sino también tomar el control de su administración.
“Quieren imponer a su gente, dar órdenes, cobrar y manejar todo desde la cabeza”, explicó una fuente cercana a los comerciantes del tianguis, que opera los lunes, miércoles y viernes en Apatzingán.
La ACVA agrupa a 1,800 productores y emplea a 12,000 jornaleros en los municipios de Apatzingán, Buenavista, Parácuaro, Aguililla, Tepalcatepec y Múgica, una de las zonas más golpeadas por la violencia en Michoacán.
Extorsiones, ataques y minas terrestres: el asedio al gremio limonero
El crimen organizado ha impuesto cuotas a productores, cortadores, empacadores y transportistas, encareciendo el precio del limón y provocando una crisis en el sector. En 2023, empresarios denunciaron que al menos 300 empacadoras en la región pagaban derecho de piso o enfrentaban ataques con drones explosivos.
Más recientemente, el 8 de febrero de 2025, un adolescente de 15 años murió al pisar una mina explosiva en un plantío de limones en Santa Ana Amatlán. Su madre, desesperada, pidió ayuda frente a la Embajada de Estados Unidos:
“Quiero que quiten las minas para poder recoger los pedacitos que hay de mi hijo y ponerle la cruz donde murió”, declaró.
El 20 de febrero, cortadores de limón detectaron dos explosivos en la carretera que va de Loma de los Hoyos a Cenobio Moreno, lo que llevó a la suspensión de actividades en varias zonas de cultivo.
Medidas de seguridad insuficientes
El Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, de Morena, inauguró el 15 de febrero un cuartel militar en el tianguis limonero de Apatzingán, con una inversión de 13 millones de pesos, con la intención de garantizar la seguridad en la zona.
Sin embargo, productores y comerciantes consideran que la presencia de las fuerzas de seguridad no ha sido suficiente para frenar el avance del crimen organizado, que sigue imponiendo su ley en la región.