Kevin Alonso, alias “El 200”, identificado como jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, fue detenido en Culiacán, Sinaloa, durante un operativo encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Funciones dentro de “Los Chapitos”
De acuerdo con reportes oficiales, “El 200” era el responsable de la compra de armamento y municiones para las células delictivas de “Los Chapitos”, además de coordinar fuerzas de reacción para enfrentar a grupos rivales o a autoridades federales.
También se encargaba de ejecutar castigos dentro de la organización, así como de implementar medidas de contrainteligencia para proteger las operaciones del grupo criminal y garantizar la seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Fuentes de seguridad indicaron que contaba con autorización para llevar a cabo homicidios y extorsiones, además de operar en colaboración con agentes de la policía municipal de Culiacán, quienes le brindaban información sobre operativos federales y posibles amenazas en su contra.
Aseguran armamento y detienen a otro integrante del cártel
Junto con Kevin Alonso, las autoridades detuvieron a José Alonso “N”, identificado como su tío, en posesión de armamento de uso exclusivo del Ejército y equipo táctico.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la FGR, mientras que el armamento asegurado será analizado para determinar su origen y posible uso en enfrentamientos recientes.
Golpe a “Los Chapitos” en medio de operativos contra el narcotráfico
La captura de “El 200” se suma a una serie de acciones contra la facción de “Los Chapitos”, quienes han sido señalados por el gobierno de Estados Unidos como los principales responsables del tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Esta detención ocurre en un contexto de mayor presión internacional contra el Cártel de Sinaloa, luego de que el gobierno de Donald Trump oficializara la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, abriendo la posibilidad de nuevas estrategias de combate al crimen organizado.