UNA BUENA NOTICIA ha sido el acuerdo logrado entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump al pausar los aranceles a productos mexicanos y decidir sentarse a dialogar sobre los espinosos asuntos de la seguridad, el narcotráfico y la migración.
ASÍ COMO CUANDO Trump en su primer mandato dijo que México pagaría el muro, esta vez el nuevo muro consiste en el envío de 10 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte. También Canadá pondrá su parte del muro, pues Justin Trudeau acordó reforzar de su lado la seguridad fronteriza.
EL MES DE TREGUA fue un bálsamo en medio del nerviosismo económico y político, y significó una buena acción de la Presidenta aunque ahora vendrá lo más difícil: convencer a Trump y a la vez cuidar la casa.
LLAMA LA ATENCIÓN que mientras Trump aseguró que las tropas mexicanas servirían para frenar drogas y migrantes, Sheinbaum sólo habló de frenar el tráfico de narcóticos, nada dijo sobre el de personas. Y al revés: mientras la mandataria mexicana aseguró que EU pondría atención en la venta de armas a cárteles, en la Casa Blanca ni por asomo mencionaron el tema.
DE NO CREERSE: en estos tiempos en que los jilgueros de la 4T claman por la unidad nacional, alguien en la Presidencia de la República “olvidó” invitar a la ministra Norma Piña a la ceremonia por el 108 aniversario de la Constitución Mexicana. Más allá de que les caiga bien o mal, se trata de la mismísima presidenta del Poder Judicial. Pero, bueno, ya ni las formas cuidan.
LA INFLUENCIA de Andrés Manuel López Obrador se sintió en las listas finales de aspirantes a la Suprema Corte del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo.
QUE la ex consejera jurídica de Presidencia María Estela Ríos, quien acompañó al tabasqueño desde sus años como jefe de Gobierno capitalino, aparezca en ambos listados deja claro que su presencia en las boletas es una prioridad de la 4T.
Y AUNQUE no es la única repetida pues hay 11 personas en esa misma condición, ninguno de ellos ha sido tan cercano a AMLO y durante tantos años como Ríos, algunos incluso acabaron en no muy buenos términos con el ex presidente.
ES EL CASO de Jaime Cárdenas quien en el 2020 renunció a unos meses de haber sido nombrado director del Instituto para devolverle al pueblo lo robado denunciando irregularidades y dando un portazo.
¿SERÁ que ya le perdonaron lo que en su momento el propio López Obrador calificó como “politiquería”? Es pregunta sin rencores.