La relación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, atraviesa un momento crítico. Este martes, Sheinbaum confirmó que no fue invitada a la toma de posesión del republicano en Washington, lo que agudiza la tensión entre ambos gobiernos tras semanas de declaraciones cruzadas y amenazas comerciales.
En Palacio Nacional, la perspectiva sobre Trump ha cambiado drásticamente en los últimos meses. Si en noviembre se interpretaban sus comentarios como maniobras de negociación, ahora en el Gobierno federal se teme que el magnate cumplirá sus advertencias de imponer aranceles a productos mexicanos de forma inmediata, una vez que asuma la presidencia el próximo 20 de enero.
Cerveza y tequila en la mira
Funcionarios cercanos a Sheinbaum consideran que Trump buscará imponer aranceles a sectores clave, pero con un bajo impacto en los consumidores estadounidenses. En este sentido, los productos mexicanos más vulnerables serían la cerveza y el tequila, dos de los principales motores de exportación del país.
Estados Unidos es el destino del 90% de las exportaciones de cerveza mexicana, según datos del Banco de México. Este producto ha consolidado a México como el principal exportador de cerveza a nivel mundial, con marcas como Corona, Modelo y Dos Equis liderando el mercado estadounidense.
Por su parte, el tequila también tiene una fuerte dependencia del mercado norteamericano. Al menos 8 de cada 10 litros de tequila producidos en México se exportan a Estados Unidos, generando ingresos aproximados de 1,500 millones de dólares anuales, según cifras del Consejo Regulador del Tequila. Este destilado es el segundo producto más exportado por México, solo detrás de la cerveza, y representa el 10% del mercado total de destilados en Estados Unidos.
El anuncio de Trump
El temor en México aumentó luego de que Trump anunciara la creación del Servicio de Ingresos Externos, un organismo que, según dijo, estará encargado de recaudar aranceles y otros ingresos procedentes de fuentes extranjeras.
“Durante demasiado tiempo hemos dependido de la imposición de impuestos a nuestra gente a través del Servicio de Impuestos Internos (IRS). Es hora de que eso cambie. Hoy anuncio que crearé el Servicio de Ingresos Externos para recaudar nuestros aranceles, obligaciones y todos los ingresos que provienen de fuentes extranjeras”, escribió Trump en su red social Truth Social.
Además, el republicano reiteró que su administración comenzará a cobrar aranceles a aquellos países que, según él, “se han beneficiado del comercio con Estados Unidos”, en un aparente mensaje dirigido a México, Canadá y China.
Reacciones en Palacio Nacional
En el equipo de Sheinbaum, la creación del nuevo organismo de recaudación fue interpretada como un movimiento inicial para cumplir las promesas de campaña de Trump, quien ha criticado duramente la relación comercial con México y amagado con gravar productos mexicanos como represalia por lo que considera un insuficiente control del flujo migratorio y del tráfico de drogas hacia su país.
“Esta medida no solo impactaría económicamente al país, sino que podría desatar una escalada de tensiones comerciales que afectarían la relación bilateral en su conjunto”, advirtió un funcionario de alto nivel bajo condición de anonimato.
Impacto potencial
De concretarse la imposición de aranceles, la industria cervecera y tequilera mexicana enfrentaría un duro golpe. Ambas industrias generan miles de empleos y aportan significativamente a la economía nacional.
Además, expertos señalan que gravar estos productos podría derivar en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses, algo que, aunque limitado, podría generar tensiones políticas internas en Estados Unidos.
Por ahora, el Gobierno de México no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el anuncio de Trump, aunque se prevé que el tema sea abordado en la próxima conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.