Temen que Trump retome la separación de familias en deportaciones; albergues en Sonora anticipan crisis fronteriza

Organizaciones migratorias en Nogales alertan sobre el posible colapso ante las políticas anunciadas por el próximo presidente de Estados Unidos.

Nogales, Sonora.- La incertidumbre crece en la frontera norte de México ante el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, especialmente por la posibilidad de que retome medidas migratorias como la separación de familias y deportaciones masivas.

Francisco Loureiro, representante del Albergue San Juan Bosco en Nogales, recordó los impactos de estas políticas durante la primera administración de Trump (2017-2021), cuando familias completas fueron divididas al momento de ser deportadas.

“Separaban a los niños de sus padres, deportaban a la madre por una frontera, al padre por otra, y los niños quedaban detenidos en centros de reclusión. Esto provocaba que los padres no supieran en dónde estaban sus hijos”, señaló Loureiro.

El temor se agrava ante la confirmación de que Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), será el próximo “zar de la frontera”. Homan fue uno de los principales promotores de la estrategia de separación de familias durante el primer mandato de Trump.

Deportaciones masivas en puerta
Loureiro también expresó preocupación por la inminencia de las deportaciones, que podrían iniciarse inmediatamente después de que Trump asuma el cargo este lunes. Según estimaciones, más de 60 mil personas podrían ser deportadas de forma inmediata, lo que generaría un flujo migratorio difícil de gestionar y un posible colapso en los albergues fronterizos.

Nogales, una de las principales rutas para las deportaciones desde Estados Unidos, ocupa el segundo lugar en número de personas deportadas en el país.

“El albergue San Juan Bosco siempre está preparado. Hemos llegado a atender hasta 400 migrantes diarios en crisis previas, pero, si ahora somos rebasados, las autoridades ya tienen listos dos albergues adicionales”, informó Loureiro.

Cambios en el flujo migratorio
Actualmente, el albergue reporta un bajo flujo migratorio en términos de deportaciones, con un promedio diario de entre 30 y 60 migrantes, en su mayoría mexicanos repatriados. Sin embargo, el panorama podría cambiar drásticamente si las deportaciones masivas incluyen a extranjeros.

El flujo actual de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos incluye personas de Guatemala, Honduras, Venezuela, Ecuador, Haití, África y Asia, detalló el representante del albergue.

Llamado a la solidaridad y a evitar estigmas
Loureiro hizo un llamado a la sociedad para que no se estigmatice al migrante como delincuente. “Muchas de estas personas tienen conocimientos y oficios que pueden ser capitalizados por el gobierno”, señaló.

Además, pidió a las autoridades mexicanas garantizar que las deportaciones se realicen en horarios seguros para los migrantes, evitando que lleguen en la madrugada, cuando las condiciones en la frontera son más peligrosas.

Impacto en las comunidades migrantes
La posible implementación de estas políticas migratorias despierta dudas sobre el futuro de miles de personas desplazadas forzosamente. “Al no poder ingresar a Estados Unidos ni regresar a sus lugares de origen, se generará una crisis humanitaria en la frontera”, advirtió Loureiro.

El gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha anunciado que cuenta con un plan para responder a estas deportaciones masivas, aunque aún no se han dado detalles.

Te puede interesar