Washington, D.C.— En una semana crucial para la relación entre México y Estados Unidos, el Senado estadounidense comenzará los procesos de confirmación de figuras clave en el gabinete del presidente electo Donald Trump. Los nombramientos definirán el rumbo de políticas fronterizas, migratorias y de seguridad, elementos centrales en la agenda bilateral entre ambos países.
Entre los nominados más relevantes se encuentran Pete Hegseth como secretario de Defensa, Kristi Noem para liderar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y Marco Rubio como secretario de Estado. Sus confirmaciones o posibles rechazos tendrán implicaciones inmediatas para México, especialmente en temas migratorios, extradiciones y cooperación bilateral.
Pete Hegseth: Defensa bajo escrutinio
El proceso más incierto será el de Pete Hegseth, exmilitar y expresentador de Fox News, postulado como secretario de Defensa. Aunque cuenta con experiencia en Afganistán e Irak, su nombramiento enfrenta resistencias debido a sus posturas polémicas sobre el rol de las mujeres en el ejército y, sobre todo, una denuncia penal por violación ocurrida en 2017, según trascendió.
El escándalo ha generado especulaciones sobre un posible reemplazo por Ron DeSantis, gobernador de Florida. Sin embargo, DeSantis también es conocido por sus políticas migratorias de línea dura, lo que podría endurecer aún más la relación con México en caso de ser designado.
Kristi Noem: Migración y frontera en la mira
El miércoles será el turno de Kristi Noem, candidata para dirigir el DHS, la agencia encargada de la política migratoria y el control fronterizo con México. Su audiencia se espera con atención, ya que se anticipa que detalle los planes de deportaciones masivas que Trump busca implementar en los primeros meses de su mandato.
Un obstáculo clave para Noem será el senador demócrata por Arizona, Ruben Gallego, quien podría cuestionar su conocimiento y estrategias respecto a la frontera y las comunidades migrantes.
Marco Rubio y Pam Bondi: Sin sobresaltos en Estado y Justicia
Por otro lado, se espera una confirmación sin mayores problemas para Marco Rubio como secretario de Estado y Pam Bondi como fiscal general. Rubio, un veterano legislador republicano, podría endurecer las críticas de Washington hacia gobiernos de izquierda en la región, como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, con quienes México ha mantenido relaciones diplomáticas.
En tanto, Bondi supervisará temas delicados para México, como las extradiciones de narcotraficantes, incluyendo el proceso pendiente contra Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.
Implicaciones para México y la 4T
La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un escenario complejo, ya que las figuras del gabinete de Trump delinearán el tono de la relación bilateral. La confirmación de Noem, en particular, podría significar un endurecimiento de las políticas migratorias, mientras que la llegada de Rubio podría aumentar la presión diplomática sobre temas de seguridad y gobernanza en México.
Los nombramientos también tendrán un impacto en áreas como el comercio, con la implementación del T-MEC, y la cooperación en seguridad frente al crimen organizado.
Esta semana marcará el inicio de una nueva etapa en la relación México-Estados Unidos, con las designaciones del gabinete de Trump como el primer indicador del enfoque que adoptará la Casa Blanca en los próximos años.