El Pentágono anunció que comenzará el despliegue de hasta mil 500 soldados en servicio activo hacia la frontera sur con México en los próximos días, como parte de los planes para endurecer las medidas contra la inmigración.
Funcionarios estadounidenses indicaron que el secretario interino de Defensa, Robert Salesses, firmará las órdenes de despliegue, aunque aún no se ha definido qué tropas o unidades participarán en la operación. El número exacto de efectivos podría variar conforme se desarrollen las actividades.
Las tropas estarán destinadas a apoyar a los agentes de la Patrulla Fronteriza en tareas como logística, transporte y construcción de barreras, según informaron fuentes bajo condición de anonimato. Aunque no se ha especificado si estas fuerzas asumirán funciones de aplicación de la ley, tal medida representaría un cambio significativo en el papel histórico de las tropas estadounidenses en este tipo de operaciones.
Fuerzas adicionales en la frontera
Actualmente, unas 2 mil 200 fuerzas en servicio activo ya se encuentran desplegadas en la frontera como parte de la misión Joint Task Force-North, bajo el Mando Norte de Estados Unidos, con base en El Paso, Texas. Estas tropas realizan tareas logísticas, vigilancia, detección, introducción de datos y mantenimiento de vehículos, en apoyo al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés).
Además, la Operación Lonestar, liderada por la Guardia Nacional de Texas, también mantiene efectivos desplegados en la frontera.
La cadena CNN había adelantado que serían enviados “miles” de soldados a la frontera, en cumplimiento de los decretos de Donald Trump, quien desde su investidura ha puesto un énfasis especial en el fortalecimiento de la seguridad fronteriza y en frenar los flujos migratorios.
Impacto de la medida
El despliegue adicional de fuerzas busca respaldar el cumplimiento de políticas como la reinstauración del programa Quédate en México, el fortalecimiento de las barreras físicas en la frontera y otras medidas anunciadas recientemente por el gobierno estadounidense.
Sin embargo, la posible participación de las tropas en funciones de cumplimiento de la ley —si se confirma— podría generar controversia, ya que implicaría un uso sin precedentes de las fuerzas armadas en la frontera en tiempos recientes.
Mientras tanto, el Gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, continúa monitoreando las acciones en la frontera sur de Estados Unidos y ha reafirmado su compromiso de actuar en defensa de los derechos de los connacionales y de la soberanía nacional.
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