Las oficinas del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fueron destrozadas por manifestantes este jueves en el Palacio de Gobierno, en Culiacán. Los inconformes, quienes lo acusaron de ser un “narcogobernador”, exigían justicia por el asesinato de Gael y Alexander, dos niños que fueron víctimas de un ataque armado el pasado 19 de enero.
La manifestación comenzó con una marcha en la Primaria Sócrates, donde los menores estudiaban. Posteriormente, avanzó por la Avenida Álvaro Obregón hasta el Ayuntamiento de Culiacán, donde los asistentes gritaron consignas pidiendo la renuncia del gobernador morenista.
Finalmente, un grupo de manifestantes decidió dirigirse al Palacio de Gobierno, donde ocurrieron los destrozos. Cristales rotos, paredes de tablaroca dañadas, mobiliario destruido y papelería esparcida fueron parte de los daños reportados en los tres pisos del edificio, incluida la oficina del gobernador.
Entre los asistentes, unas 10 personas intentaron incendiar el tercer piso del inmueble, donde se encuentra la oficina de Rocha Moya, aunque otros manifestantes lograron impedirlo.
El enojo de la población se originó por el asesinato de los niños Gael y Alexander, ocurrido en la madrugada del 19 de enero en el Bulevar California, Fraccionamiento Los Ángeles. Según el reporte oficial, ambos menores viajaban con su padre, identificado como Antonio, cuando fueron atacados durante un intento de robo de vehículo.
El caso ha generado indignación en la sociedad sinaloense, que exige respuestas de las autoridades locales. Durante la protesta, los manifestantes calificaron al gobierno de Rocha Moya como insensible ante la violencia que afecta al estado.
Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales del gobernador sobre los hechos ocurridos en el Palacio de Gobierno ni avances en la investigación del homicidio de los menores.