Los vidrios polarizados son los culpables del asesinato de dos niños y su papá. Eso de acuerdo con el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa. Así se las gastan… Porque no vayamos a creer que este asesinato es uno más de todos los que se han dado en Culiacán estos últimos meses, ¡qué va!
Si de lo que se trata es de que desde Omar García Harfuch está instalado en dicha entidad no se pueda llamar a los asesinatos con violencia por su nombre, pues menuda farsa, ¿no les parece? Hacerlo nos lleva a sostener barbaridades como esa de los vidrios polarizados y continuar con esa lógica: entonces es culpa del padre de familia que manejaba su coche con vidrios polarizados… Así la sinvergüenza.
Pero así también la gota que derrama el vaso del hartazgo de los ciudadanos de Culiacán, quienes se unieron en una manifestación pacífica que salió de la escuela de los menores, llegaría al ayuntamiento y regresaría al colegio. Sin embargo, el rechazo a la violencia que no cesa y a la indiferencia que muestran las autoridades estatales, llevó a que la gente continuara hasta el palacio de gobierno y exigiera la renuncia del gobernador Rubén Rocha.
Muebles destrozados, suelos grafiteados y puertas arrasadas, quedaron como muestra del dolor de quienes marcharon. Ni el gobernador ni alguien de su equipo salió a atender a los dolientes. Ni para las relaciones públicas le da a esa “administración”.
Hay puntos de quiebre y Culiacán marca uno. El dolor y la indignación ya no los contiene el discurso de un gobernador que dice que “todo está bien”. Tampoco las becas y demás apoyos clientelares de Morena.
Este partido ha llegado a una soberbia tal que cree que puede devaluar el dolor y degradar a la población sin que haya consecuencia alguna. Antes ya ninguneaba sus pérdidas económicas, ahora también desprecia el sentimiento de pérdida que expresan familiares y amigos de un difunto.
Van cinco meses de guerra narca, dos grupos enfrentados y la autoridad local ausente. Tan solo aparece para decir que todo está bien o para esconderse en las faldas del gobierno federal.
La resiliencia se acaba, la gente se cansa. No es algo que se pueda prever con exactitud. Ya ven, en Culiacán han habido más de 180 negocios cerrados y más de 600 personas en los últimos meses; las pérdidas económicas han superado los 500 millones de pesos ¡diarios! Y al menos 186 personas continúan desaparecidas. Y no se había llegado al punto de quiebre… hasta ahora.
Crónica muy triste la que se vivió el domingo pasado cuando a mansalva dispararon a un padre y a sus tres hijos que viajaban a bordo de su vehículo. Solo uno de los infantes sobrevivió. Algunos dirán que la violencia continúa de igual manera y que es un “evento” más en la guerra narca que lleva más de cinco meses.
No es así. Esta tragedia encendió el enojo contenido de la población. El enfado contra Rocha es fundamentado y continuará incrementándose si la violencia no cesa. ¿Claudia Sheinbaum está dispuesta a pagar el precio por mantener a este impresentable? Incluso llega un punto en que los seguidores más convencidos no pueden soportar tanta indolencia.
Si ninguna autoridad se ha dado cuenta que han cruzado ese punto de quiebre que la población no perdona, muestra que no entienden nada. Y si bien, puede ser complicado para cualquier autoridad prever los puntos de quiebre, en este caso, el asesinato de esta familia, reventó los diques de quienes ya no toleran más violencia en su ciudad.
Dolor latente desbordado. Más de 5,000 personas, a pesar de la amenaza de que se armara una gresca.
Los diputados de Morena estuvieron con el gobernador, mientras los ciudadanos de su capital exigían su salida. ¿Alguien del régimen que esté dándose cuenta de lo que defienden y el costo que ello les significará?
Ojalá Sheinbaum aprenda a soltar lastres y Rubén Rocha es uno de esos. Si no aprende a hacerlo, peor para Sinaloa y para el país, pero también para ella.
¿Imposible pensar que el Senado con mayoría morenista desaparezca los poderes en Sinaloa y destituya a Rocha? ¿Imposible pensar que esa impunidad soslayada desde la Federación no cobrará factura tarde o temprano?
El asesinato de los menores Gael y Alexander son el último eslabón de una cadena de tragedias. La gente se cansa de tanta méndiga farsa. Culiacán ayer es una muestra de ello. Si es cierto que el pueblo manda, como dice la 4t, lo que dicen los habitantes de Culiacán no deja lugar para las dudas; Rocha debería renunciar.
Giro de la Perinola
Hay momentos de quiebre que no se esperan hasta que suceden. El enojo y tergiversación de lo dicho por la reina María Antonieta no solo la llevó a la guillotina, fue el punto también el punto final de toda una forma de gobierno.
El maestro Víctor Manuel Aispuro, director de la primaria Sócrates de Sinaloa fue quien inició la manifestación. ¿Irá el gobierno en contra de él?, ¿serán capaces de ir en contra de un inocente en lugar de atrapar a los delincuentes?
¿Cuál será la prioridad para las autoridades sinaloenses? ¿Encontrar a los asesinos de los menores o encontrar a quienes explotaron un artefacto en el cenotafio del hijo de El Chapo en Culiacán?
En redes se ha retomado el hashtag #ConLosNiñosNo. Toda la razón. ¿Por qué matar al futuro de este país? Y por lo mismo, CON LAS PERSONAS NO. ¿Y si mejor la 4t invierte todo su dinero en ello?