Israel y el movimiento islamista Hamás alcanzaron un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza, tras 15 meses de devastadora guerra que ha dejado más de 46,700 palestinos muertos y cerca de 400 soldados israelíes fallecidos. El anuncio fue realizado este miércoles por Mohammed al Thani, primer ministro de Qatar, y Joe Biden, presidente de Estados Unidos, quien destacó que el pacto comenzará a aplicarse este domingo.
El acuerdo se divide en tres fases e incluye la liberación de 98 rehenes, la retirada progresiva de tropas israelíes y la reactivación de la ayuda humanitaria. Las primeras entregas de rehenes, que incluirán mujeres, menores y personas mayores de 50 años, se llevarán a cabo durante las próximas seis semanas. En paralelo, Israel liberará unos 1,000 presos palestinos y permitirá a los desplazados del norte de Gaza regresar a los hogares que aún estén en pie.
Un conflicto devastador
El conflicto, que comenzó en 2023, ha causado una destrucción sin precedentes en Gaza. Según autoridades sanitarias locales, la mayoría de las víctimas palestinas han sido mujeres y menores. Durante este periodo, la ayuda humanitaria fue limitada y los bombardeos dejaron a miles de familias sin hogar.
En Israel, la captura de rehenes y las muertes de soldados también generaron una presión creciente sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu. La guerra fue marcada por acusaciones de violaciones de derechos humanos y una crisis humanitaria que llevó a la comunidad internacional a exigir un cese de hostilidades.
Fases del acuerdo
La primera fase del pacto incluye:
- Liberación de 33 rehenes en las próximas seis semanas, incluyendo a víctimas mortales.
- Retirada progresiva de tropas israelíes del corredor de Netzarim y del Corredor Filadelfia, en la frontera con Egipto.
- Reactivación del paso de Rafah para el ingreso de ayuda humanitaria y la salida de heridos.
- Regreso de desplazados del norte de Gaza a sus hogares.
La segunda fase contempla la liberación del resto de los rehenes y un repliegue total del ejército israelí. Sin embargo, persisten temores de que las negociaciones se estanquen o de que los bombardeos puedan reanudarse.
En la tercera fase, se discutirá el futuro gobierno de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007, y se coordinará la reconstrucción de la Franja, que requerirá grandes aportes financieros. Este esfuerzo estará supervisado por Egipto, Qatar y Naciones Unidas.
Reacciones al acuerdo
El anuncio generó escenas de alegría entre los habitantes de Gaza y las familias de los rehenes en Israel, aunque también persisten dudas sobre la implementación del pacto.
Sami Abu Zuhri, dirigente de Hamás, calificó el acuerdo como “una gran victoria”. Por su parte, Biden celebró el avance en las negociaciones y enfatizó que el acuerdo “beneficiará tanto a los israelíes como a los palestinos”. Sin embargo, destacó la complejidad de garantizar su cumplimiento total.
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, también se atribuyó parte del mérito en su red Truth Social, afirmando que su equipo participó activamente en las negociaciones.
En contraste, Netanyahu enfrenta críticas internas. Mientras sus socios ultraderechistas rechazan la retirada total de Gaza, el primer ministro ha descrito el pacto como un “alto el fuego largo”, sin comprometerse a un cese definitivo de las hostilidades.
Retos futuros
Aunque el acuerdo marca un paso importante hacia la paz, su implementación plantea desafíos significativos. La reconstrucción de Gaza, la reubicación de miles de desplazados y la definición de una nueva autoridad en la región requerirán años de esfuerzos y un compromiso sólido de la comunidad internacional.
Además, el pacto se produce en un contexto regional frágil, con Siria y Líbano enfrentando también crisis humanitarias que demandan recursos urgentes.