El nominado a secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, aseguró este miércoles que los primeros aranceles contra México y Canadá no se aplicarán si estos países toman acciones concretas para frenar el tráfico de fentanilo.
Durante su audiencia de confirmación en el Senado estadounidense, Lutnick explicó que la orden del Presidente Donald Trump es analizar dos tipos de aranceles. Los primeros buscan presionar a los socios comerciales de Estados Unidos para que detengan el flujo de drogas hacia su territorio.
“No es un arancel per se. Es una acción de política doméstica; cierren sus fronteras y detengan el fentanilo que entra en nuestro país y mata a la gente. Es un arancel para conseguir acciones en México y en Canadá”, señaló el multimillonario de Wall Street ante el Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado.
Lutnick afirmó que, hasta el momento, México y Canadá han respondido rápidamente y si continúan con estos esfuerzos, las tarifas no se implementarán.
Segunda fase de aranceles en evaluación
El funcionario detalló que el Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos están realizando estudios para determinar ajustes en la estructura arancelaria del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Las conclusiones de esos estudios verán la luz a finales de marzo o en abril y les informaremos sobre los mismos”, indicó Lutnick.
Casa Blanca mantiene plazo del 1 de febrero
Pese a estas declaraciones, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró que el plazo del 1 de febrero para imponer aranceles del 25% a productos mexicanos sigue vigente, aunque reconoció que ha habido un nivel histórico de cooperación por parte de México en temas de seguridad y migración.
“Hemos visto un nivel histórico de cooperación por parte de México (…), pero al hablar con el Presidente Trump anoche, los aranceles para el 1 de febrero todavía están en el calendario”, afirmó Leavitt.
Las declaraciones de Lutnick y Leavitt reflejan la incertidumbre sobre la relación comercial entre México y Estados Unidos, mientras el Gobierno de Trump mantiene la presión sobre el combate al tráfico de drogas y el control migratorio.