El proceso de selección de candidatos para la primera elección de jueces, magistrados y ministros ha llegado a una de sus etapas más críticas. Una vez superada la evaluación técnica de los perfiles de los aspirantes, se recurre ahora a criterios poco claros para ponderar la idoneidad de los futuros juzgadores. En esta etapa, cada Comité de Evaluación involucrado en la selección va por rumbos diferentes: el del Poder Judicial insiste en descarrilar el proceso; el del Ejecutivo trata de filtrar la lista para atajar el paso de los indeseables y el del Legislativo recoge a cuadros para colar a la boleta a todos aquellos nombres a los que se les pueda cobrar favores.
Las huestes que responden a los intereses de Norma Piña, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mantienen la cruzada para invalidar un proceso que siguen calificando de inconstitucional. Ahora se sujetan de una suspensión definitiva emitida por el juez Primero de Distrito en Morelia, Michoacán, Sergio Santamaría Chamú, quien desde diciembre instruyó a los Comités de Evaluación de los Poderes de la Unión abstenerse de seguir adelante con sus procesos de selección. El único Comité que acató la resolución fue el del Poder Judicial, para retrasar la integración de las listas de aspirantes que deben estar concluidas el próximo 7 de febrero.
La reforma constitucional en la materia, y en sus leyes secundarias, no considera aún un escenario en el que el propio Poder Judicial no envíe una lista de candidatos para participar en la elección que busca reestructurarlo, por lo que, sin importar la firmeza con que la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, aseguran que el proceso seguirá caminando sin contratiempos, la jugada de Piña resta legitimidad y legalidad. De ahí que las tres ministras cercanas a la 4T, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres hayan salido al paso para tratar de revertir el acuerdo por el que se congeló la etapa de selección.
La postura de las tres ministras es tan coincidente en tiempo y forma que se percibe como una orden emanada directamente de Palacio Nacional. El cierre de filas pone una pausa a la “guerra fría” que han mantenido las ministras en las últimas semanas, en la que cada una busca sumar liderazgos de Morena a sus campañas para presidir el Máximo Órgano de Justicia que surgirá de la elección de junio. La más avanzada en ese camino parece ser Esquivel Mossa, incluso con resoluciones judiciales que amarraron en definitiva las manos de la UNAM en el tema del presunto plagio de su tesis. Sus principales competidoras son las otras ministras cercanas a la 4T: Lenia Batres y Loretta Ortíz.
Por su parte, el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo, que encabeza el ministro en retiro Arturo Zaldívar, es el más avanzado en la depuración de las listas. A punto de pasar este viernes al proceso de entrevistas, se sabe que han quedado fuera perfiles como el del exadministrador general de Aduanas, Ricardo Peralta, y el empresario involucrado con el escándalo de la estadounidense Enron, Ramón Neme. Ambos aún tienen posibilidades de colarse a la boleta del lado del Poder Legislativo, el cual resultó ser más laxo.
Con estas discrepancias en criterios, la elección judicial tendrá que superar adversidades, aunque la luz sobre el camino podría ser la apertura que la presidenta Sheinbaum tuvo ante los consejeros del INE para ampliarles la bolsa presupuestal.
Posdata 1
Tras haberles pedido que se ajusten el cinturón y se sumen a la austeridad republicana, la presidenta Claudia Sheinbaum se reunió con las y los consejeros del INE para hablar de la elección judicial de junio próximo, la cual se ve cuesta arriba por lo complejo del proceso.
Más allá de la ampliación presupuestal de entre mil y mil 500 millones que, dijo la presidenta Guadalupe Taddei, lograría el organismo electoral para llevar a cabo todo el proceso, la realidad es que el presupuesto va a dilapidarse, pues se prevé una participación máxima de entre 8% y 15% del padrón electoral.
Algunos de los integrantes del Poder Judicial, cercanos a la 4T, ya vieron los borradores de las boletas que se utilizarán en la elección y calculan que un ciudadano tardará cerca de 20 minutos en llenarlas. Una locura.
Posdata 2
Quienes han estado muy silenciosos son los dos coordinadores parlamentarios de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado. Ricardo Monreal y Adán Augusto López, quienes protagonizaron una pelea a mediados de diciembre, regresaron de sus respectivos descansos sin muchas ganas de enfrentarse, o será que apenas están recargando baterías para retomar la agenda legislativa que tiene varios asuntos controvertidos.
Además de la reforma a la Ley del Infonavit, que aprobó el Senado y fue frenada en la Cámara de Diputados, la reforma electoral que va contra la reelección, el nepotismo y los plurinominales y la de reducir de 48 a 40 horas la jornada semanal, son de las que más operación significarán para las bancadas que coordinan Monreal y Adán Augusto, quienes, aunque se fotografiaron juntos fumando la pipa de la paz, no terminaron de “arreglarse”.
Así que mientras permanezcan en sus cargos, muchas chispas van a seguir brotando en el Congreso federal.
Posdata 3
Después de una férrea batalla con la familia Monreal por la alcaldía Cuauhtémoc, la aliancista Alessandra Rojo de la Vega cumplió ya cien días al frente de la demarcación ubicada en el corazón de la Ciudad de México. Las diferencias con los morenistas quedaron disipadas y Rojo de la Vega se asume como una de las alcaldesas más cercana a la administración de Clara Brugada, pues constantemente realizan actividades conjuntas y trabajan coordinadamente en un plan contra la sequía y en favor de la sostenibilidad en la capital. Ver para creer.
Ambas presumen los operativos de chatarrización con los que se han retirado unos 173 vehículos que estorbaban en la vía pública; asimismo, se han rehabilitado más de 17 mil metros cuadrados de vialidades ante las múltiples quejas ciudadanas. Además, ambas funcionarias emprendieron acciones de seguridad para prevenir delitos contra las mujeres y castigar las extorsiones.
Posdata 4
El avezado empresario Alfredo Harp Helú, pionero junto con su primo Carlos Slim en el mercado de valores de México, celebró este jueves la colocación de su equipo de beisbol, los Diablos Rojos, en la Bolsa Mexicana de Valores.
En realidad se trató del “campanazo” de la BMV, pues sus acciones comenzaron a cotizar el 20 de diciembre pasado, eso sí, con un precio muy elevado de mil 620 pesos, el mayor de las emisoras de la Bolsa.
Harp Helú explicó que planean hacer un incremento de capital y un split para generar mayor volumen de operación en los papeles y reducir el precio de cada uno de sus títulos.
Con su ingreso al mercado accionario, el valor de Los Diablos se calcula en 623 millones de pesos.
Esta es la segunda franquicia deportiva mexicana que llega a la Bolsa, tras el arribo de Ollamanti, propietario del Club América, el año pasado.