La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras podría tener consecuencias económicas significativas para México, además de poner en riesgo la relación bilateral entre ambos países.
De acuerdo con exfuncionarios y analistas, la medida podría obligar a empresas estadounidenses a reconsiderar sus operaciones en México, por temor a sanciones económicas, embargos de bienes o cargos penales si se detecta algún vínculo, directo o indirecto, con los grupos delictivos. Esto sería especialmente complicado debido a la infiltración de los cárteles en diversas industrias legales, como la agricultura, el turismo y el sector financiero.
“La designación podría significar que empleados en industrias legales, como complejos turísticos o empacadoras de aguacates, estén inadvertidamente en la nómina de los cárteles”, explicó Pablo Zárate, director ejecutivo de FTI Consulting. Incluso, pagos de extorsión realizados bajo coacción podrían ser considerados como “apoyo material” a los cárteles, incrementando el riesgo para las empresas.
Un análisis de Western Union advierte que las empresas de transferencia de dinero podrían detener transacciones hacia México, temiendo incumplimientos regulatorios, lo que afectaría las remesas que representan cerca del 5% del PIB mexicano. En 2023, México recibió 63 mil 300 millones de dólares en remesas, un ingreso crucial para millones de familias.
Además, el comercio binacional, valuado en cientos de miles de millones de dólares anuales, también podría complicarse. Eric Jacobstein, exfuncionario del Departamento de Estado, señaló que los bancos estadounidenses podrían rechazar transferencias hacia México, limitando la capacidad de las empresas para operar en el país.
Por otro lado, la orden también abre la posibilidad de que Estados Unidos despliegue fuerzas dentro de México para actuar contra los cárteles, algo que ha generado preocupación entre expertos. Aunque Trump justificó este tipo de acciones en países como Afganistán y Siria, Craig Deare, ex agregado militar en la Embajada de México, advirtió que una intervención unilateral en territorio mexicano sería catastrófica y desmantelaría décadas de cooperación en seguridad.
Cuando Estados Unidos arrestó al exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos en 2020, México suspendió temporalmente su colaboración con la DEA. Según Deare, una acción similar tras la designación de los cárteles como terroristas podría provocar una ruptura total en los lazos de defensa y seguridad entre ambos países.
Aunque Trump busca aumentar la presión sobre México para que controle el tráfico de drogas, la complejidad de las relaciones económicas, comerciales y políticas entre las dos naciones plantea retos significativos para la implementación de esta medida, que ha generado escepticismo incluso entre miembros de administraciones pasadas.