Los medicamentos agonistas del receptor GLP-1, como Ozempic, Rybelsus y Saxenda, han generado un aumento significativo en los reportes de reacciones adversas en México, según datos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Estas sustancias, utilizadas para tratar la obesidad y la diabetes, han suscitado tanto entusiasmo como preocupación debido a efectos secundarios graves y la falta de control en su uso.
Entre enero y octubre de 2024, Cofepris registró 5,006 reportes de reacciones adversas relacionadas con estos medicamentos, lo que representa un aumento frente a los 3,138 casos reportados en todo 2023. En conjunto, las marcas que incluyen estos compuestos acumularon 8,144 alertas en menos de dos años. La mayoría de los casos corresponden a mujeres (80%), y los grupos de edad más afectados son de 40 a 49 años y de 50 a 59 años.
Efectos adversos comunes y graves
Pacientes que toman estos medicamentos han reportado síntomas como diarrea severa, hipoglucemia, parálisis estomacal y pancreatitis. Según un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA), 1% de los pacientes podría experimentar efectos gastrointestinales graves. También se han documentado casos de pérdida de masa muscular, conocida como “Ozempic face”, que provoca hundimiento facial, piel arrugada y cambios en el rostro.
La Cofepris ha alertado sobre el uso indiscriminado y no supervisado de estos medicamentos, señalando que podría causar estrés en órganos como el hígado y el páncreas. A pesar de ello, su uso en personas sanas y con sobrepeso moderado se ha popularizado, muchas veces sin receta médica adecuada.
Automedicación y descontrol en el mercado
El descontrol en la venta de estos medicamentos ha sido señalado como una de las principales causas del aumento en las reacciones adversas. Aunque su venta está restringida a receta médica, pacientes como Binisa Ramírez han señalado la facilidad para obtenerlos en farmacias, incluso sin supervisión médica adecuada.
Además, las farmacéuticas, a través de programas como “Nuevo Yo” de Novo Nordisk, han facilitado el acceso a estos medicamentos mediante descuentos, incentivando su consumo prolongado. En redes sociales y grupos de apoyo, también se ha detectado la venta ilegal de estos fármacos y casos de fraude.
Críticas al sistema de prescripción
Especialistas como Ricardo Luna, presidente de la Sociedad Mexicana de Obesidad, han criticado la falta de capacitación médica y la presión de las farmacéuticas para prescribir dosis máximas sin considerar la tolerancia de cada paciente. “No todos los pacientes necesitan llegar a la dosis máxima. Muchos de los efectos adversos son consecuencia de una mala prescripción”, señaló.
Por su parte, el doctor Miguel Ángel Colín García, del Consejo Mexicano de Obesidad y Nutrición, subrayó la importancia de realizar valoraciones clínicas apropiadas antes de recetar estos tratamientos y destacó el riesgo de administrarlos en personas sin condiciones médicas como diabetes u obesidad severa.
Preocupación por el largo plazo
Aunque los medicamentos GLP-1 han mostrado beneficios en pacientes con obesidad severa y diabetes, los expertos advierten que faltan datos sobre sus efectos a largo plazo. “Somos el experimento”, reflexiona Binisa Ramírez, quien suspendió el uso de Rybelsus tras meses de sufrir malestares.
Para el investigador Mahyar Etminan, de la Universidad de Columbia Británica, el beneficio-riesgo varía según el caso: “En personas sanas que sólo quieren perder unos kilos, incluso un pequeño riesgo de efectos graves como pancreatitis o parálisis estomacal puede ser significativo”.
Regulación pendiente
La Cofepris y expertos han señalado la necesidad de reforzar la regulación del mercado, limitar la automedicación y frenar la promoción indiscriminada de estos productos, tanto en farmacias como por influencers en redes sociales. Ricardo Luna urgió a que el gobierno y las farmacéuticas colaboren para garantizar un uso seguro de los medicamentos y que se aborden las altas tasas de obesidad en el país con políticas de salud pública integrales.
Mientras tanto, los pacientes y especialistas coinciden en que el enfoque debe estar en una supervisión médica adecuada y en informar sobre los riesgos antes de optar por estos tratamientos.