La presidenta Claudia Sheinbaum ya se dio cuenta de que su futuro político y el de su movimiento dependen, en buena medida, de la relación con Estados Unidos. Lo que al inicio se subestimó bajo el argumento de “ya conocemos a Trump”, “ya negociamos con él”, “no se va a dar un balazo en el pie”, rápidamente se convirtió en una amenaza real para México. Los arrebatos del presidente estadounidense podrían detonar crisis económicas, sociales y políticas en el país.
El tono –hasta cierto punto beligerante– de Sheinbaum para responder a los ataques y ocurrencias de Trump divide opiniones: algunos expertos en geopolítica y relaciones internacionales aseguran que no es el camino para enfrentar a un personaje impulsivo, quien además está en una posición de mayor poder frente a México, puesto que el país depende mucho más de Estados Unidos que viceversa; mientras que otros respaldan su posición firme, toda vez que Trump lo que busca con sus declaraciones es intimidar y debilitar a su contraparte.
Lo cierto es que Sheinbaum ya se dio cuenta de que no puede cometer errores con Trump, como el que consumó Enrique Peña Nieto al invitarlo a México, por sugerencia de su entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en septiembre del 2016. El propio Peña Nieto me dijo para el libro “EPN: Confesiones desde el exilio” (Planeta 2024) que tal decisión le costó alrededor de 15 puntos de popularidad.
El encuentro en Los Pinos se dio previo a las elecciones en Estados Unidos, en cuya campaña el candidato dijo que los mexicanos “no eran sus amigos”, además de que estigmatizó a los migrantes llamándoles “violadores, estafadores y traficantes”. Luego de la visita, Trump reiteró que México pagaría el muro fronterizo que prometió construir.
La invitación derivó en la salida de Videgaray del gabinete presidencial. Desde Punta Cana, Peña Nieto reflexionó sobre aquella crisis política y narró cómo se vivió esa turbulencia.
El día que Trump aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Miguel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación, le pidió no recibir al candidato republicano. “Me dijo: por favor, no lo recibas, porque se va a volver un caos”. Pero Trump ya se dirigía en un helicóptero hacia Los Pinos. El expresidente se sinceró: “Sé que no es lo mejor, pero tengo que verlo y luego veremos cómo resolvemos la crisis”. La solución fue la renuncia de Videgaray a la Secretaría de Hacienda, quien más tarde se reincorporaría al Gobierno como canciller.
A pesar de la crisis provocada por aquella decisión, no todo fue negativo: “Salió un desastre, pero a la postre no fue tan mala, porque sentó las bases de una buena relación política”, me dijo Peña Nieto.
El expresidente aseguró que recibió versiones directas de diplomáticos estadounidenses respecto a que Trump quedó plenamente agradecido con el Gobierno de México. “Tuvo una entrada muy complicada con todo el mundo y contigo se lleva bien”, me dijeron. “Ya siendo presidente, los países con los que le gustaba tratar eran Israel, con Netanyahu, y con México. Para Peña, el logro de generar una buena relación con el empresario fue determinante para mantener los acuerdos comerciales y la inversión estadounidense en el país.
Peña Nieto reveló que, una vez instalado en la Presidencia, Trump lo invitó a jugar golf a Camp David, en Maryland, donde se encuentra la casa de descanso de los presidentes estadounidenses, pero lo rechazó. También reconoció que la visita de Trump a México afectó su relación con el presidente Barack Obama y con la familia Clinton, con quienes, dijo, se llevaba muy bien hasta antes de ese episodio.
Por su parte, Videgaray, tras ser designado como secretario de Relaciones Exteriores, encabezó la renegociación del TLCAN y se convirtió en un gran aliado de Trump y en particular de su yerno Jared Kushner, el entonces poderoso asesor de la Casa Blanca, con quien ahora hace negocios.
Con estos antecedentes de por medio, Sheinbaum sabe que sus decisiones frente al gobierno de Trump pueden consolidarla con una jefa de Estado poderosa y estratégica, o bien ocasionar una serie de crisis que afectarían su imagen y capital político.
Posdata 1
Es buena noticia que Marco Rubio se haya comunicado con el canciller Juan Ramón de la Fuente tras tomar posesión del cargo como secretario de Estado. Quiere decir que, a pesar de la retórica nacionalista de Trump, se usarán algunos canales institucionales para abordar temas de la relación México-Estados Unidos.
Sin embargo, la llamada no disipa los temores. Trump ya comenzó a deportar a cientos de migrantes y dio luz verde a las redadas en los principales estados donde radican millones de connacionales, incluidas zonas que antes eran protegidas como iglesias, escuelas y hospitales. Tampoco modifica la intención de designar a los cárteles del narcotráfico de México como organizaciones terroristas ni desactiva la amenaza de imponer aranceles de 25% a las exportaciones de México a Estados Unidos.
Uno de los personajes que ayudarán a México, por su buena relación y voluntad de apoyar, es el exembajador Christopher Landau, quien se convirtió en subsecretario de Estado y es la mano derecha de Marco Rubio.
En las reuniones con empresarios previo a la toma de protesta de Trump, Landau les aseguro que buscaría por todos los medios sensibilizar al gobierno de Trump de mantener las buenas relaciones y los canales institucionales.
Posdata 2
El banco BBVA desestimó que la deportación masiva de mexicanos vaya a afectar considerablemente el envío de remesas al país, las cuales históricamente han mostrado una notable resistencia a las políticas antiinmigrantes.
Expuso que, durante el primer mandato de Trump los flujos hacia México crecieron más del 50%, al pasar de 27 mil 600 millones de dólares en 2016 a 41 mil 700 millones en 2020.
Para la institución financiera, este aumento estuvo impulsado principalmente por factores económicos, como el bajo desempleo en Estados Unidos y un tipo de cambio favorable para los remitentes.
De llegar a darse una reducción en las remesas a México se explicará principalmente por menos oportunidades de empleo para los migrantes, por una desaceleración económica, y no por factores relacionados a la política migratoria.
El monto acumulado de los ingresos por remesas en los primeros once meses de 2024 ascendió a 59 mil 518 millones de dólares, cifra 2.9% superior a los 57 mil 822 millones de dólares reportada en el mismo lapso de 2023.
Posdata 3
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación demostró que se ha convertido en un bastión de la 4T, pues no solo ignoró la resolución judicial que le impedía analizar temas relacionados con la próxima elección judicial, sino que decidió presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la República contra el juez Sergio Santamaría Chamú, titular del Juzgado Primero de Distrito con sede en Michoacán, quien se atrevió a dictar ese ordenamiento.
La magistrada Mónica Soto es el ariete del bloque oficialista en la Sala Superior del Tribunal. Secundada por otros magistrados considerados ya del bloque morenista, se asegura que Soto accedió a plegarse a Morena por una serie de investigaciones a su primer círculo de colaboradores y familiares en el norte del país.