¡Luces, cámara, acción! Lástima que esto no es una película de golpes, trompadas o, de perdida, de líos de faldas. Tampoco se trata de que Sylvester Stallone, Mel Gibson o Jon Voight salven al mundo. O que alguno de ellos se líe a puñetazo limpio contra los “malos” (sea quién sea el enemigo de la película). No, Donald Trump les ha nombrado “sus embajadores especiales” en un gran pero muy conflictivo lugar: Hollywood”. ¡Zaz!
Creo que la amenaza naranja está olvidando un pequeño detalle: que Hollywood es parte de Estados Unidos y que ejem, ejem, ejem, uno no manda embajadores dentro de su propio país. Pero Trump no se destaca precisamente por ser de cerebro muy pulido. En fin…
En el mundo del espectáculo todo es posible. Así, la razón esgrimida por el próximo mandatario estadounidense es que Hollywood no pierda negocios. Por lo visto no importa que la meca del cine, la más antigua del mundo, sigue siendo en términos de ingresos la más importante de la industria cinematográfica. Si bien la India produce más de 2,500 películas al año (Bollywood), no tiene los ingresos ni la penetración que tiene la industria estadounidense. ¡Qué va!
Entonces, ¿por qué diantres nombrarlos? Tal vez porque son los tipos “duros” de Hollywood; porque han demostrado su antipatía hacia el movimiento “woke” que el copetudo de Queens detesta y porque algunos en su equipo quieren ver a los actores como los campeones de campeones contra los pedófilos norteamericanos.
No sé qué tanto de lo anterior sea lo que está en el fondo de la decisión, lo que sí sé es que en la pantalla de celuloide encarnan al “underdog” que gana cuando nadie apuesta por ellos y siempre terminan interpretando al héroe en la mejor “american way”. Claro, poco importa que Gibson sea australiano… Stallone y Voight, igual que Trump, sí son neoyorkinos.
Partiendo de lo que han sido las películas en las que han participado los “embajadores” en cuestión (ya sea como directores o actores), menester preguntarse lo siguiente: ¿cómo se los imagina Trump?
Veamos, dado que en su ficción eligió a actores como “embajadores” en su propio país, quizá sea válida un poco de política ficción. Y en una de esas la realidad termina superando la inventiva.
Empecemos, entonces, con el mayor de edad. Se trata de Jon Voight, padre de Angelina Jolie, nieto de migrantes. Se ha peleado a muerte con su hija porque ella defiende a los palestinos y él obviamente no. Trump, en su primer mandato como presidente, le concedió a él la Medalla Nacional de las Artes (2019). Voight saltó a la fama personificando a Joe Buck en “Vaquero de Medianoche”, la única película con clasificación X (1969) en ganar el Óscar a la mejor película.
Dirigida por Franco Zeffirelli (italiano; una de sus mejores películas fue “El Campeón”, largometraje que trata de la pelea por la custodia del hijo). Mel Gibson, por su parte, ha pasado desde aparecer en Madmax (violencia al por mayor) y en Braveheart, a luego dirigir la película “Pasión de Cristo”, una cinta sobre los mayas (¿pedirá como australiano y como defensor de otras nacionalidades que EEUU pare la expulsión de migrantes?) y está por estrenar “Amenaza en el aire” como director.
La trama es de un piloto que transporta en su avioneta a un teniente general que custodia a un testigo para un juicio contra la mafia. Cualquier parecido con una avioneta que se llevó a El Mayo para testificar en un juicio contra la mafia es pura coincidencia. Gibson es actor, director y ahora “embajador”. Solo en Hollywood.
Por el lado de Sylvester Stallone, sigue siendo famoso su Rocky con sus pantaloncillos llevando la bandera de los Estados Unidos y haciendo frente al soldado ruso (en ese momento el final de la Guerra Fría) y en cómo le ganaba a este. Sí, Estados Unidos contra Rusia y lo más nefasto del mundo mundial…
No dejemos de mencionar a Rambo (el soldado que regresó de Vietnam y que, siendo perseguido por su mismo gobierno, hace todo bien). En sus últimas películas, Stallone aparece, junto con un equipo de individuos, como todos unos “mercenarios”, que no son otra cosa que un puñado de machos…
Bueno, Trump mismo no es ajeno a Hollywood. Hizo un cameo de su propia persona en “Mi pobre angelito 2”, cuando era dueño del hotel “The Plaza” en Nueva York. Ha aparecido en más de 12 películas, amén de la serie más famosa donde estuvo participando 14 temporadas: “El aprendiz”.
Todo esto para decirles que, con estos antecedentes y su nueva foto oficial, donde el próximo mandatario posa de rudo, ¿quiere que su presidencia sea una de vaqueros? ¿Irá por ahí con sus amigos actores a “salvar” el mundo? ¿Lo veremos en calzoncillos con la bandera de Estados Unidos como un octogenario Rocky?
(¡No, por favor!)
O tal vez quiera hacer una serie de anti narcos y ya tiene a sus héroes. Si es así, ya sabemos quienes serán los “malos” de la película… ¿O no?
Heredando gubernaturas porque… ‘eso lo decidirá el partido’
Se llama Félix y se apellida Salgado Macedonio y actualmente es senador de la República por Morena. Félix aspira al mismísimo cargo que hoy ocupa su hija; le gusta placearse orondo por Guerrero para que le griten “gobernador”. Eso… mientras Claudia Sheinbaum impulsa su reforma para que no exista nepotismo en la política nacional; para que familiares no puedan “heredar” o influir en que sus parientes accedan a algún cargo o puesto de elección popular. Pero, ¿cómo ven?, en el colmo del cinismo Ejecutivo federal y Morena piden que la ley sea vigente solo a partir de 2030…
Así las cosas, para las elecciones a gobernador en Guerrero, bien podría ir Félix Salgado como candidato de la 4t para continuar la nula por negativa gestión administrativa realizada por su hija. La definición de Félix de nepotismo no tiene… madre. Corrijo, ¡tiene a toda la familia! Salgado Macedonio aseguró que él esta a favor de la ley contra el nepotismo y ¡que lo de él NO es nepotismo! Según él, “el nepotismo es cuando el gobernante pone a su familia en el gobierno, en su gobierno”. Temo informarle que esa es una forma de nepotismo, pero si él va como candidato, en gran medida por la ayuda electoral de Morena en el estado que gobierna su hija, también lo es.
Si la contradicción entre lo anterior y su propuesta de reforma a la ley no le basta, la presidenta Sheinbaum podría escuchar a los guerrerenses… ¿no? A los maestros, a los damnificados, a los desplazados que se manifestaron afuera de la base naval en el bello puerto de Acapulco mientras ella ofrecía su mañanera el otro día. Las protestas más fuertes fueron en contra de la gobernadora Evelyn Salgado, pero también contra su padre. Pedían que los quitaran, que renunciaran como gobernadora y senador. ¿Así de mal estarán gobernando al estado?
Y no, antes de que lo sugiera el régimen, no todos los mexicanos que protestan lo hacen resultado del acarreo y la manipulación. Digo, ¡ni que fuera mitin de Morena en la plancha capitalina!
Pero más allá de la ofensa hacia la gente que significa el que Félix tenga abierta la posibilidad de ser gobernador de Guerrero, valdría la pena que la 4t —toda ella— se pregunte: ¿de verdad no tienen personas capaces y decentes en el movimiento para lanzar como representantes dignos en el 2027? ¿Es imprescindible tener al impresentable Félix como candidato?
Por supuesto si eso pasa, la mofa en contra de Claudia será más que clara y patente. Una muestra adicional de que quienes en realidad se pitorrean de ella no son los columnistas críticos, ni la oposición moribunda ni ningún reportero y anexas, sino sus propios correligionarios.
Por ahora ella está pasmada. Ante la pregunta sobre las intenciones de Félix Salgado de ser candidato en las próximas elecciones, la presidenta contestó: “bueno, eso ya lo decidirán después, el propio partido político, pero nuestra propuesta es que sea a partir del 2030”. O sea nunca.
Y otra duda abierta, si entra en vigor hasta el 2030, ¿será para las elecciones presidenciales de ese año o será una vez que estas hayan pasado? Digo, para que así pueda participar algún López Beltrán o alguna Alcalde o un Batres. Y si pongo “algún, alguna, un” es que en esas familias que no practican el nepotismo bien que lo viven al tener a varios integrantes incrustados en el gobierno. Total, que siempre tendrían más de una opción… No una buena opción, pero sí una asegurada al tener a la familia en pleno en la 4t.
No sé si la respuesta de la presidenta es una clara señal de que en esto, como en otras cosas, ella no decide y tampoco le preguntan (Piedra en la CNDH, Jorge Luis Lavalle en Campeche, los pleitos abiertos entre Adán Augusto y Ricardo Monreal, etcétera, etcétera…). ¿O será que está copiando —versión 4t— a su némesis Ernesto Zedillo, cuando sentenció la “sana distancia entre el partido y el poder”? La diferencia radicaría en que él renunció a controlar el PRI y ella nunca ha controlado a la 4t.
Como sea, lo bueno de la visita de Sheinbaum a Acapulco (por ejemplo, el anuncio del Centro Integralmente Planeado en Acapulco para reactivar el puerto) se vio opacado por el acosador sexual y sus polémicas. Una cosa: para que funcione lo que Claudia anunció para Acapulco y Guerrero en general seguramente se deberá tener una Operación Enjambre en seguridad pública. Capturar policías y alcaldes corruptos y/o vinculados con el crimen organizado.
Pero Sheinbaum continúa rodeándose de personas que lastiman al estado que deberían gobernar. Nada bueno por Guerrero, ni siquiera por la joya del estado que es Acapulco. Esa cercanía la opaca y la separa del feminismo que la presidenta clama. Y eso le terminará afectando…. cosa que ‘no la decidirá el partido’, sino la gente que ‘se cansa de tanta pinche transa’.
Giros de la Perinola
• Siguen doliendo las víctimas tanto por el huracán Otis como por el huracán John de Acapulco. Pero lo que más duele es la desidia de las autoridades municipales, estatal y antes federal (beneficio de la duda al “Centro Integralmente Planeado en Acapulco”) para la población afectada.
• Hay que rescatar a Acapulco de las manos del Crimen Organizado. Complicado debido a que ha cooptado a ciertas autoridades estatales y municipales.
• ¿Quién tiene abiertas dos carpetas de investigación por abuso sexual y no pasa nada? ¿Quién?