Funcionarios del gobierno chino están evaluando la posibilidad de que Elon Musk adquiera las operaciones de TikTok en Estados Unidos si la compañía matriz, ByteDance Ltd., no logra detener la inminente prohibición de la popular aplicación de videos cortos en ese país, según reportaron fuentes cercanas al asunto.
Actualmente, ByteDance está impugnando la prohibición ante la Corte Suprema de Estados Unidos, argumentando que la medida viola la Primera Enmienda al restringir la libertad de expresión. Sin embargo, durante los argumentos presentados el 10 de enero, la mayoría de los jueces señalaron que las preocupaciones de seguridad nacional podrían prevalecer sobre los derechos constitucionales.
Musk y TikTok: una posible solución para evitar la prohibición
Funcionarios chinos consideran que un acuerdo de alto perfil con Musk, uno de los hombres más ricos del mundo y cercano al presidente electo Donald Trump, podría ser una solución viable para evitar la prohibición. Según un escenario discutido por Beijing, X (anteriormente Twitter), propiedad de Musk, podría tomar el control de TikTok en Estados Unidos y gestionar ambas plataformas de manera conjunta.
Con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, TikTok podría reforzar los esfuerzos de X por atraer anunciantes, además de beneficiar a la empresa de inteligencia artificial de Musk, xAI, al aprovechar los datos generados por TikTok.
Sin embargo, aún no hay consenso firme entre los funcionarios chinos, y no está claro si Musk, ByteDance o TikTok han estado involucrados en estas discusiones preliminares. Musk ya se ha pronunciado en contra de la prohibición de TikTok en el pasado, argumentando que limitaría la libertad de expresión: “En mi opinión, TikTok no debería prohibirse en los Estados Unidos, aunque dicha prohibición pueda beneficiar a la plataforma X”, escribió en abril.
Obstáculos legales y complejidad del proceso
La posible venta de TikTok US se enfrenta a varios desafíos. El gobierno chino posee una “acción de oro” en una filial de ByteDance, lo que le otorga influencia sobre las decisiones estratégicas de la compañía. Además, las normas de exportación de Beijing prohíben la venta de algoritmos clave, como el motor de recomendaciones de TikTok, sin la aprobación del gobierno.
Separar las operaciones estadounidenses de TikTok del resto de ByteDance sería “extraordinariamente difícil”, según argumentaron los abogados de la compañía ante la Corte Suprema. A esto se suman los intereses de otros posibles compradores, como el multimillonario Frank McCourt, el inversionista Kevin O’Leary y empresas como Oracle Corp., que tiene una asociación tecnológica con TikTok.
TikTok, ByteDance y la presión política
ByteDance insiste en que su prioridad es luchar contra la legislación estadounidense que exige la venta o cierre de TikTok US por razones de seguridad nacional. Sin embargo, la presión política continúa aumentando, especialmente con la llegada de Trump al poder el próximo 20 de enero.
Trump, quien ya ha retrasado la entrada en vigor de la prohibición al 19 de enero, ha mostrado interés en “salvar” la aplicación y podría tomar medidas de última hora para favorecer una negociación.
En China, Musk tiene buena reputación entre los empleados de ByteDance debido a su éxito empresarial y su historial de colaboración con el gobierno chino a través de su negocio con Tesla, que opera una gran planta en Shanghai desde 2019.
Valor y viabilidad del acuerdo
Según estimaciones de Bloomberg, las operaciones de TikTok en Estados Unidos podrían valer entre 40 mil y 50 mil millones de dólares. Aunque Musk tiene los recursos para realizar una transacción de esa magnitud, tendría que explorar opciones como la venta de otras participaciones o la obtención de financiamiento adicional, dado que aún enfrenta pagos significativos derivados de su adquisición de Twitter (ahora X) por 44 mil millones de dólares en 2022.
Mientras tanto, TikTok busca ganar tiempo en los tribunales para evitar la venta o el cierre definitivo de sus operaciones en Estados Unidos.