Ahora que se cumplan los primeros 100 días de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, nos cuentan que ha comenzado la organización de todo el acto “al estilo López Obrador”. Nos hacen ver que los Comités de Morena en los estados han convocado a asistir el próximo 12 de enero al Zócalo “para no dejar sola a la Presidenta”. Nos refieren que buscan llenar el primer cuadro capitalino para que se vea una multitud, como esas que reunía el expresidente. La clave, nos hacen ver, estará en la intensidad con que el aparato partidista se movilice. ¿Será que emplearán a fondo el músculo los guindas para que no haya diferencias respecto a cuando estaba el tabasqueño en Palacio Nacional? Los ojos estarán sobre el desempeño en esa tarea de la dirigente nacional del partido en el poder, Luisa María Alcalde, y el secretario de Organización, Andrés Manuel López Beltrán.
Nos hacen ver que en enero el INE no solo tendrá que preocuparse por la elección judicial y la primera etapa de contratación de capacitadores y supervisores electorales, sino que también deberá poner la mira en las organizaciones que presenten su intención de convertirse en partido político y, a la par del desarrollo de la elección, buscarán la firma de la ciudadanía para alcanzar los más de 200 mil afiliados necesarios para obtener el registro y ser una nueva fuerza política. Otra situación inédita que parece que el Legislativo no consideró al momento de aprobar la reforma judicial.
Nos comentan que la Secretaría de Relaciones Exteriores ya tiene todo listo para poner en marcha este lunes el botón de alerta para los migrantes mexicanos que corran el riesgo de ser deportados de Estados Unidos ante la implementación de las políticas antiinmigrantes de Donald Trump, próximo presidente del país vecino. Nos dicen que el canciller Juan Ramón de la Fuente cuenta con esquema interinstitucional en caso de deportaciones masivas, para el cual ha comprometido el apoyo de todos los gobernadores del norte, que podrían tener que recibir a los migrantes mexicanos deportados.
Nos cuentan que a pesar de las críticas que se llevó por su visita de una semana a Nueva Orleans, Luisiana, el senador Gerardo Fernández Noroña anda contando que pudo constatar su popularidad en un sector de la comunidad mexicana que radica en Estados Unidos y que, en varias ocasiones, paisanos que se lo encontraron en la calle le expresaron su respaldo como posible candidato presidencial para el 2030. Como cada vez que presume sus vacaciones, don Gerardo fue criticado por quienes consideran incongruente su discurso radical de izquierda frente a su gusto por viajar al país insignia del capitalismo y gastar bastantes dólares. Acostumbrado a la polémica, no dejó de hacer diariamente sus transmisiones en redes sociales desde tierras estadounidenses. Don Gerardo recibió el 2025 en la icónica ciudad, pero no estuvo cerca de Bourbon Street en el momento en que ocurrió el ataque terrorista que dejó 15 muertos y más de 30 heridos. Lo que sigue sin estar claro es si los viajes al extranjero los paga de su bolsillo o alguien lo apoya en sus tempranas pretensiones presidenciales.