La base de la Policía Estatal Preventiva (PEP) ubicada en la sindicatura de Villa Juárez, en Navolato, Sinaloa, fue atacada la tarde del sábado 4 de enero por un comando armado. Según los primeros reportes, los hechos ocurrieron alrededor de las 13:30 horas, cuando el inmueble, situado en la Calle José María Morelos de la Colonia Manuel Gómez, fue rafagueado por sujetos armados.
El ataque dejó la fachada y las ventanas del primer y segundo nivel del edificio con múltiples impactos de armas de grueso calibre. Sin embargo, no se reportaron uniformados heridos, ya que en ese momento no había personal dentro de la base, según las autoridades.
Fuerte operativo sin resultados
Tras el ataque, se desplegó un operativo de seguridad con elementos de los tres niveles de gobierno, incluyendo la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, quienes recorrieron la zona por tierra y aire. A pesar de la movilización, hasta el momento no se han reportado detenciones relacionadas con el hecho.
Otros hechos violentos en Sinaloa
El ataque a la base policial ocurre en medio de un clima de violencia que persiste en Sinaloa desde septiembre del año pasado, derivado de la disputa entre grupos del crimen organizado.
En las últimas horas, otros hechos violentos se registraron en Culiacán, donde dos hombres fueron hallados muertos con signos de violencia en la Colonia Antonio Toledo Corro.
Uno de los fallecidos fue identificado como José Octavio, de 31 años, habitante de la localidad. Según testigos, el segundo hombre, presuntamente una víctima colateral, recibió un impacto de bala mientras regresaba a casa tras terminar su jornada laboral.
Además, la noche del viernes 3 de enero, un comando armado irrumpió en una clínica privada de Culiacán y secuestró a un joven identificado como Adolfo, de 28 años, quien había ingresado con una herida de bala tras un ataque en una barbería que presuntamente funcionaba como dispensario. Hasta este sábado, su paradero es desconocido.
Reacciones oficiales
La vocera de la Secretaría de Seguridad Pública, Verona Hernández, aseguró que las autoridades respondieron de manera inmediata tras el reporte del secuestro en la clínica.
“Se actuó bajo el protocolo, y se inició el trabajo policial de investigación para determinar los motivos y posibles responsables del hecho”, señaló.
Por su parte, el Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro, enfatizó que la investigación de los hechos corresponde a las instancias especializadas y no al Gobierno estatal, que únicamente atiende “el hecho concreto”.
La violencia en Sinaloa sigue siendo motivo de preocupación, con operativos constantes para enfrentar la inseguridad generada por la disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa.