El ataque ocurrió alrededor de las 8:00 horas sobre el boulevard Las Torres, cerca del fraccionamiento Nakayama. Según los reportes, el comandante fue interceptado por hombres armados que viajaban en dos camionetas y comenzaron a dispararle mientras conducía un vehículo Jetta.
Persecución y emboscada
Los agresores persiguieron al jefe policiaco por varios metros, disparando en múltiples ocasiones contra su automóvil. Al intentar escapar, el vehículo de Juan Carlos “N” recibió impactos de bala en los cristales, puertas y motor, lo que ocasionó que perdiera el control y se impactara contra un poste de luz eléctrica.
El comandante, quien recientemente había sido relevado de su cargo como jefe de la base de la policía en la sindicatura de Sanalona, murió en el lugar del ataque.
Presuntos vínculos criminales
De acuerdo con información preliminar derivada de trabajos de inteligencia federal, la víctima presuntamente estaba relacionada con un grupo criminal identificado como “Julieta”, el cual opera bajo las órdenes de un individuo apodado “Juanito”, señalado como parte de la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa. Este grupo tendría control sobre algunos elementos de la Policía Municipal.
Ataques recientes contra policías
El asesinato de Juan Carlos “N” ocurre en un contexto de creciente violencia en Culiacán, donde agentes de diversas corporaciones han sido blanco de ataques armados.
Hace aproximadamente un mes, elementos de la Policía Estatal Preventiva fueron emboscados sobre la avenida Aeropuerto por hombres armados a bordo de dos camionetas. En ese ataque, uno de los policías falleció. Fuentes no oficiales señalaron que dicho atentado iba dirigido contra otro mando policiaco, identificado como Alberto Castro, alias “El Caimán”.
Investigaciones en curso
Las autoridades locales y federales han iniciado una investigación para esclarecer el homicidio del comandante y determinar posibles vínculos con el crimen organizado. Hasta el momento no se han reportado detenciones relacionadas con el ataque.
Este asesinato se suma a la ola de violencia que ha golpeado a Sinaloa en los últimos meses, exacerbada por la guerra interna entre facciones del Cártel de Sinaloa, lo que ha derivado en múltiples homicidios, bloqueos y enfrentamientos armados.