Washington. La próxima Administración de Donald Trump continúa perfilando sus planes contra el crimen organizado transnacional, particularmente en México. Este miércoles, Pam Bondi, propuesta como Fiscal General de Estados Unidos, expresó su apoyo a la designación de algunos cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés).
En su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado, Bondi fue cuestionada por el senador republicano Lindsey Graham, quien preguntó si respaldaría la medida en caso de ser confirmada para el cargo.
“¿Está usted de acuerdo en que ciertos cárteles de la droga en México sean considerados organizaciones terroristas extranjeras?”, inquirió Graham.
Bondi, quien fungió como Fiscal General de Florida entre 2011 y 2019, respondió afirmativamente: “Senador, yo misma visité México. Yo misma lidié con estos cárteles cuando era fiscal estatal. Son una amenaza grave y violenta para nuestro país. Así que sí”.
Propuesta impulsada por Trump
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas es una de las promesas clave de Trump, quien busca endurecer las acciones contra el narcotráfico, el tráfico de fentanilo y otros delitos transnacionales que afectan a Estados Unidos.
Bondi enfatizó que los cárteles representan una amenaza seria no solo para la seguridad de EU, sino también para la estabilidad en México, y reiteró su compromiso de actuar contra ellos desde el Departamento de Justicia si es ratificada.
Marco Rubio: herramienta “imperfecta”
Horas antes, Marco Rubio, nominado a dirigir el Departamento de Estado, también expresó su disposición a considerar la designación de los cárteles como grupos terroristas. Sin embargo, advirtió que se trata de una herramienta “imperfecta” debido a la naturaleza multifacética de estas organizaciones criminales, que combinan actividades de tráfico de drogas, personas y armas.
Implicaciones de la designación
Si se concreta, la clasificación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras podría desencadenar una serie de medidas legales, como el congelamiento de activos, sanciones económicas y la posibilidad de realizar operaciones militares unilaterales en territorio extranjero.
Además, otorgaría a las autoridades estadounidenses más facultades para perseguir a quienes colaboren con estos grupos, incluso si están fuera de su territorio.
Relación con México en la mira
La propuesta de designar a los cárteles como terroristas ha generado tensiones en la relación bilateral con México. Las autoridades mexicanas, encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, han manifestado su rechazo a esta medida, argumentando que podría violar la soberanía nacional y complicar los esfuerzos de cooperación en seguridad.
A pesar de estas fricciones, tanto Bondi como Rubio han señalado su intención de trabajar en conjunto con México para enfrentar el problema del narcotráfico.