El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este lunes a los gobiernos de México y Canadá sobre las consecuencias económicas que, según él, generan los migrantes en territorio estadounidense. Durante una conferencia de prensa realizada en su residencia en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, Trump aseguró que ambos gobiernos están “muy bien avisados” de la situación y subrayó que tomarán medidas para impedir la entrada de migrantes.
“Perdemos mucho dinero con México. Perdemos mucho dinero con Canadá, una cantidad enorme”, afirmó Trump, quien asumirá su segundo mandato en enero de 2025. También recordó que ha tratado el tema en conversaciones con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Trump reiteró su intención de continuar la construcción del muro fronterizo con México, calificándolo como un proyecto “muy caro”. Según el presidente electo, el nuevo tramo del muro será más costoso que el construido durante su primer mandato (2017-2021), aunque destacó los avances en materiales como el hormigón reforzado que, dijo, facilitarán su edificación.
“Es un proceso muy caro, una pared muy cara”, declaró Trump, quien describió el muro como un eje clave de su estrategia para frenar la inmigración ilegal y proteger la economía estadounidense.
Además, el republicano defendió su política de aranceles contra México y Canadá, argumentando que estos “harán rico a nuestro país”. Ante cuestionamientos sobre el posible impacto negativo de los aranceles en la economía de Estados Unidos, incluyendo una posible alza en los precios, Trump negó que estas medidas tengan efectos perjudiciales.
En sus declaraciones, el mandatario electo repitió afirmaciones ya desacreditadas sobre las naciones latinoamericanas, al asegurar que “muchos de los migrantes que llegan a Estados Unidos son prisioneros enviados desde cárceles de sus países de origen”. Sin embargo, diversos grupos proinmigrantes señalan que la mayoría de los migrantes que cruzan la frontera son personas que huyen de la pobreza, la persecución y la violencia en sus países.
Trump también destacó que su plan de deportaciones masivas será otro de los pilares de su política migratoria. “No podemos permitir que estas personas entren a nuestro país”, afirmó.
Este enfoque forma parte de la agenda que Trump promete implementar en su regreso a la Casa Blanca, marcada por una postura dura en temas migratorios y comerciales, y que ya genera reacciones dentro y fuera de Estados Unidos.