Prefiero usar lo menos el adjetivo histórico, calificar un acontecimiento como digno de pasar a la historia. Pero lo ocurrido el lunes en Palacio Nacional creo que lo fue. La Fundación Teletón y el gobierno de la presidenta Sheinbaum firmaron un convenio para apoyar con 900 millones de pesos la rehabilitación de 25 mil niños en los centros Teletón. Lo sobresaliente no es el apoyo en sí, continuación de un programa firmado con el gobierno de López Obrador, ni que el anuncio coincidiera con la elevación a rango constitucional del derecho de los niños con discapacidad a una rehabilitación integral. Lo histórico es la convicción gubernamental. Hace no tanto, buena parte de lo que es hoy la 4T demonizaba al Teletón con mentiras y dogmas miserables. Bastaba estar una hora en un CRIT para saber que ese fanatismo era enfermizo, una infamia. “Fueron campañas que hicieron mucho daño”, me dijo ayer Fernando Landeros, historia, cabeza y símbolo del Teletón. “Endurecieron el corazón de muchos mexicanos, pero esas versiones quedaron derretidas por la verdad, por la calidad de la obra de rehabilitación”. Palabras suscritas en los hechos por la Presidenta. Gran suceso. Histórico.