Un terremoto de magnitud 7.0 estremeció este jueves el norte de California, con epicentro en el condado de Humboldt, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El movimiento telúrico ocurrió a las 10:44 de la mañana y provocó una breve alerta de tsunami, que fue desactivada poco después.
Aunque hasta el momento no se reportan víctimas ni daños significativos, las autoridades mantienen un monitoreo constante en la zona ante posibles réplicas y afectaciones adicionales.
La alerta de tsunami, inicialmente emitida para las áreas costeras desde Oregón hasta el norte de Santa Cruz, advirtió sobre posibles inundaciones costeras peligrosas y fuertes corrientes. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional informó que no se detectaron riesgos inmediatos de inundación por tsunami en estas áreas.
El USGS precisó que, tras el sismo principal, se registraron múltiples réplicas, siendo la más fuerte de magnitud 5.8 a tan solo tres minutos del primer evento. Otras réplicas incluyeron magnitudes de 3.3, 3.7 y 4.2, todas en la región cercana a Cobb, al norte de California.
El condado de Humboldt, ubicado al norte de San Francisco y caracterizado por su terreno boscoso, fue el epicentro del sismo, aunque los temblores se sintieron tan al sur como en la Bahía de San Francisco, donde residentes reportaron una sensación de balanceo que duró varios segundos.
En respuesta, las autoridades locales han solicitado a los habitantes del área permanecer atentos y preparados para posibles réplicas.
El sistema de transporte público BART, que opera en la zona de la Bahía, informó de importantes retrasos debido al temblor, con la suspensión del servicio a través del túnel submarino Transbay Tube.
En Santa Cruz, los residentes recibieron alertas en sus teléfonos que recomendaban alejarse de las áreas costeras y buscar terreno elevado, aunque las advertencias fueron retiradas poco después al descartarse un tsunami significativo.
Este evento recuerda la constante actividad sísmica en California, una región situada sobre importantes fallas geológicas, incluyendo la Falla de San Andrés. Las autoridades continúan evaluando la situación y recomiendan a la población mantenerse informada y preparada ante la posibilidad de nuevos movimientos telúricos.