La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, sostuvieron una reunión clave para ultimar los detalles de una candidatura conjunta que buscará reemplazar a Luis Almagro en la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta estrategia tiene como objetivo frenar la postulación del canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, quien hasta ahora ha acumulado apoyos significativos.
La candidatura de Lezcano cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Brasil, y de los países del Mercosur (exceptuando Bolivia). Además, el canciller paraguayo ha trabajado para sumar votos de Perú, Ecuador y países centroamericanos y caribeños. Incluso logró reunirse con el expresidente estadounidense Donald Trump en Palm Beach, como parte de su campaña para consolidar su liderazgo en la contienda.
México y Colombia buscan una alternativa progresista
A pesar de los avances de Lezcano, fuentes cercanas a la reunión en México aseguran que su candidatura “no cierra”, por lo que México y Colombia exploran una opción alterna que pueda restarle apoyos al paraguayo. Se menciona que Chile podría ser clave en esta jugada, con el fin de romper los votos que Paraguay da por asegurados.
Lo que está en juego no es solo el control de la Secretaría General de la OEA, sino también una reconfiguración del liderazgo regional progresista, actualmente cuestionado. Colombia y México buscan evitar que la OEA regrese bajo la influencia directa de Estados Unidos, especialmente en un eventual gobierno de Trump, que ya ha delineado una agenda centrada en el combate al narcotráfico y en la presión contra los gobiernos autoritarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Cuestionamientos a Lula
La estrategia de México y Colombia también tiene un componente adicional: disputarle el liderazgo regional al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Diversos sectores progresistas han cuestionado el rol de Lula como conductor del bloque ideológico en América Latina, particularmente tras su distanciamiento del eje bolivariano debido al reciente fraude electoral en Venezuela.
“Lula no ha conducido correctamente la región. Le delegamos la conducción y en dos años no hizo nada”, afirmó una fuente cercana a los esfuerzos de México y Colombia. “En la integración ideológica regional, pareciera que estamos rotos cuando nunca gobernamos tantos países”, agregó.
El mandatario brasileño, por su parte, ha comenzado a trabajar en una alianza de centro izquierda que incluye a gobiernos como los de Perú, Ecuador y Paraguay, con el fin de aislar al presidente argentino, Javier Milei, y sus posturas de derecha radical.
La carrera hacia marzo de 2025
La elección del nuevo secretario general de la OEA está programada para el 10 de marzo de 2025, fecha en la que culminará el polémico mandato de Luis Almagro, quien dirigió el organismo durante los últimos 10 años. La reconfiguración del tablero regional tiene un impacto político significativo, con elecciones clave en los próximos dos años: Chile en noviembre de 2025 y Colombia en junio de 2026.
El bloque progresista encabezado por Sheinbaum y Petro busca posicionar una candidatura que pueda mantener un equilibrio ideológico en la OEA, alejado de la influencia de Trump y en oposición a la agenda más confrontativa de Estados Unidos en temas como el narcotráfico y la política hacia Venezuela, Nicaragua y Cuba.
La batalla por el liderazgo regional está en marcha, y la contienda en la OEA se perfila como un escenario clave para definir las alianzas políticas y el futuro ideológico de América Latina.