Necesitó una pistola impresa en 3D y tres balas con mensajes grabados para asesinar al CEO de la aseguradora estadounidense United Health Care, Brian Thompson. “Denegar”, “Defender”, “Deponer” son los mensajes que se encontraron en los casquillos.
Estas palabras sonaron a justo reclamo para cientos de miles de estadounidenses que se han sentido esquilmados por el sistema de salud de los Estados Unidos en general y en particular por las aseguradoras. Éste y éstas niegan la atención, “defienden” sus intereses (así sea en contra de la vida del asegurado) y posponen tratamientos, resoluciones, coberturas para que los individuos reciban con retraso -si bien les va- un pésimo servicio.
En Estados Unidos NO es el médico el que ordena realizar, por ejemplo, análisis, radiografías o ultrasonidos médicos. Son las aseguradoras, con el aval del sistema de seguridad social, las que pueden autorizar si una persona requiere lo que solicita el médico.
¿Qué ha ocurrido? Que la salud de los ciudadanos no se encuentra a la cabeza de las prioridades del sistema. Lo que sobresale por encima de todo es la conveniencia económica de las empresas de seguros y, en función de ello, se determinan las pautas a seguir en materia de salud. Las enfermedades se alargan, los gastos se incrementan y la gente se ha cansado de las aseguradoras. Razón por la cual, después del asesinato, las redes sociales explotaron expresando su enojo…. pero no hacia el acto criminal o el asesino, sino hacia las aseguradoras y el sistema público de salud. Increíble.
Algunas cifras:
• Estados Unidos tiene el valor nominal más alto en el mercado de los seguros.
• Para este 2024, la cifra rebasa los 3.8 billones de dólares.
• Este año, el 92% de la población de Estados Unidos tuvo cobertura de seguro médico.
Mismo antes del crimen, las aseguradoras estadounidenses han tenido que pagar tan solo en este año cientos de millones de dólares en juicios por daños y perjuicios por negarse a pagar ciertas enfermedades y estudios.
El crimen perpetrado presuntamente por Luigi Mangione, joven blanco de 26 años, de clase alta y sin antecedentes criminales, ha incendiado la discusión pública sobre las aseguradoras, sus costos y respuestas en caso de enfermedad de los usuarios. Mangione está siendo considerado una especie de Robin Hood moderno, la válvula de escape de la frustración social frente a los esquemas de salud. ¿Podrá este asesinato y la ira de los usuarios cambiar el negocio de las aseguradoras?
Las aseguradoras deberían reflexionar en el por qué del apoyo del público al nombre de Luigi Mangione. Para el ciudadano de a pie, el actuar de las aseguradoras al negar o retrasar la asistencia requerida en casos de salud las retrata como asesinos en masa. United Healthcare es considerada por la gente como la causante de la muerte de más de 60 mil personas cada año por negar los tratamientos médicos.
Pero celebrar al asesino es tan solo la punta del iceberg de la animadversión en contra de las aseguradoras. La gente está enojada y no sabemos a dónde puede llegar ese enojo. Eso es lo más preocupante. El asesinato del CEO debería prender las alarmas en la industria y también recordar que más allá de la percepción de un “héroe social” por vengar a quienes se les ha negado el pago de tratamientos vitales, las aseguradoras deben replantear su modelo de atención a sus clientes.
Tres en Raya
En Estados Unidos, diversos CEOs de diversas aseguradoras están solicitando contar con guardaespaldas, pero solo unos cuantos están solicitando replantear los costos de hospitales, de doctores, de estudios, del modelo de atención de las aseguradoras…