No conoce fronteras. Donald Trump pone en sobre aviso a narcotraficantes, empresarios y gobiernos de cualquier denominación. Incluyendo al de nuestro mutuo socio comercial, el gobierno canadiense.
Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, el que fue a cenar a Mar-a-Lago no hace mucho y aguantó la broma de Trump de que podía quedarse como gobernador del estado “51” de la Unión Americana, enfrenta ahora el enojo y cansancio de sus compatriotas. Yo, que había dicho rebasó a Claudia Sheinbaum, ahora resulta enfrenta un rumor que crece como la espuma. La verdad es que ya se había tardado; fueron muchos años -demasiados- de gestión.
Su gobierno está a punto de terminar. El partido socialdemócrata que lo impulsó y apoyó a lo largo de su carrera para que se mantuviera al frente del poder, anunció que votará para derribarlo.
Pero más que orgánico e interno, esto es consecuencia de Trump. Ante el anuncio de la amenaza naranja de que pondría aranceles a los productos de Canadá y México si no paraban a los migrantes, diversos gobernadores de las provincias canadienses pidieron seguir con Estados Unidos, dejándonos fuera. Pero luego Trudeau tardó en poner un alto a sus gobernadores y en lanzar su propia estrategia y/o postura en la materia.
¿La consecuencia de esa demora y tardanza en reaccionar para coaligar a sus propios nacionales? Avivó protestas que ya existían contra él, su persona; no tanto hacia su gobierno o partido político. Una situación bastante atípica.
El anuncio en contra del partido socialdemócrata fue confirmado por Jagmeet Sigh, líder del Nuevo Partido Democrático, instituto político que hasta ahora le había apoyado. Sigh dijo que ni Trudeau ni su partido merecen otra oportunidad…
Es curioso, desde que se divorció de su mujer, a Justin Trudeau no le sale nada bien. Por ejemplo, Canadá es un país de migrantes. Sin embargo, mismo ello, su gente no está dispuesta a que Trudeau se comporte más musulmán que los musulmanes, más latino que los latinos, más hindú que los hindúes y más judío que los judíos (el colmo: ufanándose de ser “políticamente correcto” en una ocasión se pintó la piel como si se tratara de una persona negra…).
Una cosa es honrar las raíces de las diversas poblaciones de Canadá y otra tratar de llevar sus trajes y culturas, todo en un afán de “pertenencia” política que podría ser llamado un populismo “light”.
El rumor o el anhelo de muchos canadienses ha llegado a tal extremo que en “X”, siempre Twitter, se ha logrado posicionar la frase #TrudeauMustGo (Trudeau debe irse) entre las más mencionadas a nivel mundial. No solo eso, en la misma red social ha surgido la propuesta de gente que se retrata, escribe su edad, profesión y alguna que otra razón para solicitar que sí, Trudeau se vaya.
Poco importan para ellos, en este momento, las cosas buenas que logró (o que pudo usufructuar). A Trudeau le ha tocado pagar su frivolidad. El problema de ello, es que pueden ascender políticos aún más frívolos, populistas y eso sí, que se envuelven en falsos patriotismos que suenan muy bien en el discurso y resultan exorbitantemente caros para los países. Esto es, para quienes pagan impuestos.
Pareciera que la pregunta para Trudeau no es si se va o no, sino cuándo se va.
El rumor en Canadá tuvo un inicio: es el efecto Trump. Un populista que asusta más allá de su país y que por lo mismo debería poner al resto del mundo vigilante. Trudeau, ¿hasta cuándo aguantará?
Sinaloa y el maíz transgénero
Se podría decir: ¡con razón está prohibido! ¡¡¡Querido!!!, ¡por lo que más quieras!… La violencia en la entidad lleva en los últimos cinco meses (desde que se da el secuestro y entrega del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada a autoridades estadounidenses) más de 600 personas muertas, sea asesinados de manera directa o por caer víctimas de balas perdidas (y al menos igual número de familias que sufren y que su vida se ha visto impactada para siempre). Pero el gobernador Rocha Moya prefiere hablarnos de elotes transexuales…
Sí, según el titular local, lo que en realidad importa y lo que verdaderamente amenaza a la nación es el “maíz transgénero”.
Así lo dijo: “la violencia no es importante en Sinaloa; la auténtica amenaza es el maíz transgénero”.
Lo que es más, lo de la palabra transgénero no fue un lapsus. Lo hizo con toda la intención para desviar la atención ante la ola de violencia que destroza Sinaloa. Tratar el tema del maíz que está en boga estas navidades para no tener que dar cuenta en materia de inseguridad.
El engaño es por partida doble: (1) por un lado, el maíz genéticamente modificado no es perjudicial ni para el ser humano ni para el medio ambiente; al día de hoy no hay ni una sola prueba científica ni médica que indique sea nocivo para la gente o los animales. En cambio (2), la violencia que impera en Sinaloa —con todo y la presencia temporal in situ del secretario de Seguridad— va a la alza y se puede cuantificar en pérdidas de vidas humanas y materiales.
Ya que en Sinaloa se da por descontado que fue difícil pasarla tranquilamente en familia esta Navidad, como deseó la presidenta Sheinbaum y su esposo Tariba en su mensaje con motivo de las fiestas decembrinas, hablemos de las pérdidas económicas: A estas fechas, más se seis mil millones de pesos han dejado de ser ingresados a la economía sinaloense. Evidentemente, esto viene acompañado con que muchas miles de habitantes del estado han perdido su empleo. No muy feliz Navidad debieron de haber pasado ellos y sus familias… México acumula 27 mil 794 víctimas de homicidio doloso entre enero y noviembre de 2024; 1.5 por ciento más que en el mismo periodo del año 2023, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, siendo Sinaloa uno de los estados que protagoniza el mayor número de hechos violentos.
Así que dejemos de lado el hecho de que Rubén Rocha, a pesar de ser un académico, no puede distinguir entre transgénero y genéticamente modificado, ya no se diga gobernar la entidad. Los sinaloenses están agradecidos con la presidenta Sheinbaum y con Omar García Harfuch por hacer —este último— residencia temporal allá y buscar la forma de disminuir la violencia que arrasa con disparos. El asunto es que ese traslado es un arma de doble filo. Me explico:
A menos que Harfuch dé resultados casi de inmediato, él, el gobierno y su estrategia quedarán desacreditados y la gente de Sinaloa, pero también de todo México, desmoralizada. Lo que lleva a la tentación de esa secretaría y de la Presidencia de la República de maquillar las cifras de logros en materia de combate a la inseguridad y de exagerar los alcances de los operativos que sean exitosos. Y me temo que hay mucha pantomima precisamente detrás del operativo en el que se detuvo estos pasados días a cuatro personas que generaban violencia en Sinaloa… Demasiada alharaca para tan pequeño logro. Los asesinatos por no pagar derecho de piso continúan; la exhibición de cuerpos y la quema de vehículos en las vías también. Al igual que la reticencia del gobierno de la República a resistirse a categorizar esos actos y otros más cruentos y llamativos aún como terrorismo. Y lo que es más, aprobar y publicar oficialmente el presupuesto federal 2025 el día de Nochebuena para ocultar, entre otros aspectos, que en este se estará destinando más recursos al Tren Maya que a toda la operación de la Guardia Nacional.
Mi deseo para este año que inicia es que los mexicanos prestemos más atención a resultados en estos aspectos que son importantes y menos en que si hay mesas de coordinación estatal de construcción de paz, operativos de proximidad, incautaciones de mercancía que luego se le devuelve a los comerciantes y llamados a combatir el maíz transgénico que en nada contribuyen realmente a tener un entorno más seguro y tranquilo en la región sinaloense ni en el resto del país.