La posible aprobación de una reforma constitucional para prohibir la siembra de maíz transgénico en México podría tener efectos negativos sobre la competitividad del país y generar incertidumbre entre los inversionistas, advierten especialistas. En el informe titulado “México y América del Norte: los riesgos de las reformas constitucionales de 2024″, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señala que las restricciones al comercio de bienes, como el maíz genéticamente modificado, no deben ser arbitrarias y deben basarse en fundamentos sólidos.
Este pronunciamiento llega después de que México perdiera la disputa comercial contra Estados Unidos sobre el uso de maíz transgénico en un panel del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que dictaminó que el país debe permitir la importación de maíz transgénico para consumo animal e industrial. La resolución dejó claro que el gobierno mexicano no puede seguir con la prohibición de este tipo de maíz, lo que obligó a una modificación en la política nacional respecto a su importación.
La Presidenta Claudia Sheinbaum, durante su visita a Ciudad Juárez, destacó que el gobierno federal propondrá una reforma constitucional para prohibir la siembra de maíz transgénico en México. “El Congreso de México, con la ayuda de las y los senadores, de los diputados, vamos a darle la vuelta a esta resolución (del panel del T-MEC). Estoy segura de que en febrero legislarán para que no se pueda sembrar maíz transgénico y así proteger la biodiversidad de México”, expresó Sheinbaum.
Por su parte, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) reveló que entre enero y noviembre de 2024, las importaciones de maíz a México alcanzaron los 21.8 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 20.5% respecto al mismo periodo de 2023. Este aumento en las importaciones refleja la alta demanda interna y la dependencia del maíz importado, especialmente de Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
Mónica Lugo, directora de Relaciones Institucionales de Prodensa, enfatizó que las autoridades mexicanas deben considerar la alta dependencia de México a las importaciones de maíz proveniente de Estados Unidos, debido al elevado consumo nacional del grano. “México tiene pocas alternativas reales para satisfacer el consumo de maíz, por lo que una restricción en el suministro de maíz transgénico podría tener efectos importantes en la seguridad alimentaria y la competitividad”, advirtió Lugo.
Con el debate sobre la reforma constitucional en marcha, los expertos alertan sobre los posibles efectos adversos que podrían derivarse de un cambio en las políticas agrícolas, especialmente en un contexto de alta interdependencia comercial con los Estados Unidos.