Nos hacen notar que en la Cámara de Diputados cada vez es más difícil saber quiénes cabildean con los legisladores. En las pasadas legislaturas, los registros de cabilderos eran públicos, y quienes solicitaban acceder al recinto legislativo, informaban a qué empresa representaban. Por la Cámara se paseaban representantes de empresas tecnológicas, tabacaleras, automotrices y hasta de la industria aeroespacial, entre otros muchos. En la 65 Legislatura, tras varias notas periodísticas que revelaron algunos acuerdos entre legisladores y cabilderos, se publicó una lista con 417 registros de cabilderos, pero sin los nombres o registros de las empresas a las que pertenecen, sólo se limitaron a revelar que pertenecían al sector servicios, manufactura y organizaciones civiles. Resulta que para la 66 legislatura, la actual, ya ni eso; la semana pasada reportaron el registro de 260 cabilderas y cabilderos, pero en la lista sólo aparecen los nombres y nada más. ¿Qué se busca esconder? ¿Acaso será que es mejor no saber qué intereses representan los cabilderos, no sea que algún día le hagan un favor, le den un beneficio o le presten un helicóptero o avión a algún diputado o diputada, y se les cuestione por ello a los legisladores? La opacidad gana terreno en la Cámara de Diputados.
Nos comentan que en el Instituto Nacional Electoral (INE), presidido por Guadalupe Taddei, se sigue tratando de resolver el dilema en el que los metió la Cámara de Diputados, ante el recorte de 8 mil millones de pesos que tendrán que afrontar el siguiente año, el más alto en su historia. Inevitablemente el recorte afecta la organización de la elección al Poder Judicial, ya que el número de casillas, capacitadores, boletas y todo lo que conllevan los comicios del próximo año, depende de los recursos que les fueron asignados. Hasta ayer, el Presupuesto de Egresos de la Federación no había sido publicado en el Diario Oficial de la Federación, por lo que el INE aún no puede sesionar para aprobar su presupuesto modificado. Mientras tanto, nos dicen, seguirá el estira y afloja para definir en qué se priorizan los recursos con los que cuentan.
Con el reloj en cuenta regresiva nos dicen que en el Instituto Nacional de Trasparencia están muy atentos con el destino que tendrá la Plataforma Nacional de Transparencia y los millones de documentos y datos que alberga. Por lo pronto, el Instituto confía en que en enero próximo los más de 7 mil sujetos obligados a nivel federal cumplan con su obligación de subir a dicha Plataforma toda su información pública del último trimestre del año. Es decir, octubre, noviembre y diciembre. Ahí se verá el talante de apertura de información o la opacidad que ha caracterizado a algunos sujetos obligados que no solo dan por desaparecido al instituto, sino en general a la transparencia y la rendición de cuentas.
Nos comentan que la presidenta Claudia Sheinbaum se tomará dos días de descanso con motivo de la Navidad. La Mandataria no tendrá mañanera hoy, ni miércoles y será hasta el jueves cuando retorne a sus actividades normales. Ayer, la Presidenta tuvo un convivió navideño con los reporteros que cubren la fuente presidencial, donde hubo pan de dulce, tortas y ponche. En esta reunión aprovechó para desear feliz Navidad a todos, y dijo que pondrá su mayor esfuerzo en el 2025 para avanzar en las acciones de la autollamada Cuarta Transformación. Adelantó que para Nochebuena subirá un video en redes sociales para dar su mensaje a las familias mexicanas.