Con comunicado oficial, la aún presidenta municipal de Tultitlán, Estado de México, Elena García Martínez, informó que tres colonias se unían en una sola y que esta pasaría a llamarse “La Cuarta Transformación”. Un horror y dislate ortográfico, urbano y de culto al movimiento que se realizó en el mexiquense municipio.
Tres colonias que en algunas zonas no tienen ni siquiera las calles pavimentadas, agua, seguridad. La munícipe de raigambre morenista ha preferido NO invertir en servicios básicos y, en cambio, dedicar tiempo, dinero y esfuerzo en unir tres demarcaciones y rebautizar todas sus calles. Muchos nombres ridículos para “presumir” algunas de las ideotas de la administración pasada…
Según las autoridades, el cambio se quiere para regularizar la situación de quienes ahí viven. Pero como todo lo que hace Morena, esa es solo la excusa y la fachada. Dado que en algunos casos habitantes se asentaban ahí de manera irregular, el ayuntamiento municipal a pasado a regularizarlos en papel —no por cuanto a servicios urbanos— y de paso, ¡oh sorpresa!, quedarse con los terrenos.
La idea, entonces, es presumir que la 4t tiene en nombre —pero también por cuanto a títulos de propiedad— su colonia.
Ya puede la presidenta municipal morenista presumir ser de las fieles más abyectas de su partido pues prefiere gastar dinero en una señalética fea, mal hecha, inútil y de relumbrón, pero no invertir en realidad en dicha comunidad.
Y ojalá el abuso afectara solo en lo superficial. El caprichito, sin embargo, significa que el INE y los habitantes todos de estas localidades deban cambiar la geolocalización electoral, empadronamiento, credenciales para votar, definición de sección electoral, etcétera. Además, gastar en cambio de escrituras de las propiedades inmuebles, con los posibles fraudes jurídicos que eso conlleva.
Dado que la ridiculez y la adulación son enormes en Tultitlán, a una calle la nominaron: “me canso GANZO” así, con “z”. O sea, ni siquiera pueden escribir sin faltas de ortografía… ¡Bárbaros! Otras calles: “becas Benito Juárez”, “sembrando vida”, “salario mínimo”, “Aeropuerto Felipe Ángeles”, “Aeropuerto Tulum”, “Refinería Olmeca”, “madres trabajadoras”, “Guardia Nacional”, “jóvenes construyendo el futuro”, “soberanía energética”, “pensión para adultos mayores”, “justicia en Pasta de Conchos”, “Revolución de las conciencias”, “Tianguis del bienestar”, “Tren Maya” y “Tandas del Bienestar”.
Total, que cuando se leen los nombres, no puedo uno dejar de cuestionarse si se trata de un reconocimiento a lo que se realizó el sexenio pasado o una burla. Pensemos por un momento: dos aeropuertos quebrados; Dos Bocas que no refina(n). Un Tren Maya que solo logra el 19% de su capacidad de negocio (en otras palabras, que opera con enormes, monstruosas, pérdidas).
El caso de la calle llamada “Madres trabajadoras” es una doble burla. ¿O ya se nos olvidó que AMLO desapareció las guarderías y llevó a que disminuyera la posibilidad de que las madres trabajen de tiempo completo?
Otras: la calle “Pensión para adultos mayores” está ideado para hacer creer que el programa lo inició el macuspano, cuando fue Vicente Fox quien lo empezó. Mención aparte merecen las calles: “Revolución de las conciencias”, “Tianguis del bienestar” y “Tandas del Bienestar”. ¿Revolución de qué? Una frase vacía usada por López Obrador. De los tianguis y las tandas, ¿saben ustedes dónde quedó todo el dinero y recursos para esos apoyos?
Viendo las calles y los pésimos servicios que da el municipio a quienes ahí viven, el que nombren a esas vialidades de dicha manera proyecta la imagen perfecta del desastre que son los proyectos 4t. Sí, una simbología perfecta. Mal hechos, caros, inservibles. Gastos innecesarios cuando hay tantos urgentes.
Dado el nivel de ridiculez e ignominia, vale la pena preguntar si han pensado en otros nombres para las calles como: “Los voy a acusar con su mamá”, “abrazos no balazos”, “fuchi caca”, “los robos en SEGALMEX”, “la ministra plagiaria”, “los otros datos”, “fue Calderón”, “somos como Dinamarca”, “no me pongo el cubrebocas”, “chanclazos”, “Covid no es tan dañino”, etcétera.
Tultitlán como ejemplo del culto a la personalidad, fanatismo de cuarta, monumento a la ignorancia. Caminos de soberbia; unos que ni siquiera están bien pavimentados.