UNA BUENA: el presidente de EU, Joe Biden, agradeció a Claudia Sheinbaum por los recientes decomisos de fentanilo en México.
UNA MALA: el agradecimiento proviene de un mandatario que va de salida y que, en términos políticos, entra en la categoría de “lame duck” (pato cojo), que aplica en la Unión Americana para los políticos que están terminando su periodo después de una derrota electoral y cuya influencia es prácticamente nula.
UNA PEOR: que mientras el Presidente saliente expresa su beneplácito con la estrategia mexicana en contra del narcotráfico, el entrante, Donald Trump, no ha retirado de la mesa su amenaza de aranceles del 25 por ciento a todos los productos mexicanos y, por el contrario, ya advirtió que eso es sólo el principio. ¡Gulp!
DIFÍCILMENTE es porque con la llegada de Rocío Nahle al gobierno de Veracruz las cosas cambiaron de golpe, pero el reciente decomiso de más de un millón de litros de huachicol es una acción que no se veía en los tiempos del gobernador saliente, Cuitláhuac García.
HABRÁ incluso quienes digan que el cambio de mandatario no tiene nada que ver con las acciones de inteligencia del Gobierno federal aunque, siendo sinceros, suena difícil que esa cantidad de combustible robado pasara desapercibida para la administración anterior.
¿SERÁ que la ex secretaria de Energía es más sensible al tema del robo de combustible o que García andaba muy ocupado pensando en su próximo ingreso al gabinete federal como para darse cuenta de lo que estaba ocurriendo en su territorio? Es pregunta sin distracciones.
ADEMÁS del acarreo que se ha convertido en la marca de la casa para los grandes actos de Morena, llamó la atención que en el final de la gira nacional de la presidenta de ese partido, Luisa María Alcalde, y de su secretario de Organización, Andrés Manuel López Beltrán, se hablara de “división interna”.
FUE JUSTAMENTE el hijo de Andrés Manuel López Obrador quien dijo en su discurso que los morenistas deben de tener cuidado para no fortalecer a la oposición con pleitos al interior del partido hegemónico.
ALGO habrá visto “Andy” en su recorrido por el país para considerar necesario hacer esa advertencia a sus correligionarios.
POR CIERTO, ¿alguien todavía se acordará de que Carolina Rangel es la secretaria general de Morena?
LA PREGUNTA viene al caso porque, desde su elección, poco se ha escuchado de quien se supone que es la número dos del morenismo, pues ha sido opacada -si no es que borrada del mapa- por Andrés Manuel López Beltrán.