En un contexto marcado por la posible reelección de Donald Trump en Estados Unidos, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha desplegado dos estrategias paralelas en materia de seguridad y comercio, lideradas por Omar García Harfuch y Marcelo Ebrard, respectivamente. Ambos funcionarios apuntalan sus posiciones mientras refuerzan la presencia de México frente a los desafíos que plantea el inminente retorno del magnate republicano a la Casa Blanca.
Por un lado, García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, encabeza el Operativo Enjambre, una intervención no violenta desplegada en el Estado de México y otras entidades clave como Ciudad de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Querétaro. Este esquema busca consolidar una “burbuja” de seguridad en la región centro del país, debilitando la presencia de los cárteles mediante el uso intensivo de la Guardia Nacional y recursos estratégicos sin recurrir a enfrentamientos armados.
El operativo, que también se expande hacia estados de importancia geoestratégica como Nuevo León, Baja California y Jalisco, ha posicionado a García Harfuch como una figura central en las políticas de seguridad del Gobierno Federal. Según fuentes, su creciente influencia lo ha llevado a ser apodado en círculos de inteligencia como “el Virrey de Culiacán”, destacando su control en regiones como Sinaloa, donde se coordina directamente con autoridades locales como el gobernador Rubén Rocha Moya.
Por otro lado, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía, ha revivido el concepto de “supersecretario” mediante los Operativos Limpieza, enfocados en combatir el comercio ilegal con productos de origen asiático, particularmente de China, en estados como Baja California. Estos operativos se alinean con las prioridades del trumpismo, que mantiene a China como uno de sus principales antagonistas en el ámbito comercial.
Fuentes cercanas a la estrategia señalan que la secretaria Rosa Icela Rodríguez ha jugado un papel clave como coordinadora entre ambas estrategias, facilitando los recursos y articulando el trabajo entre las secretarías involucradas y los gobiernos estatales. Su respaldo ha permitido que tanto Harfuch como Ebrard operen con mayor autonomía en sus respectivos ámbitos.
Con un deadline marcado por la toma de protesta de Trump, prevista para el próximo 20 de noviembre, la administración de Sheinbaum busca consolidar estas estrategias ante los retos que plantea el escenario político internacional, así como fortalecer el control en temas clave como la seguridad y el comercio.