El embajador de China en Estados Unidos, Xie Feng, advirtió que una posible revocación del estatus de “relaciones comerciales normales permanentes” (PNTR, por sus siglas en inglés) que actualmente beneficia a su país, podría “sacudir los mismos cimientos del comercio global”.
En un discurso ante la Cámara General China de Comercio en Chicago, Xie calificó de alarmante la propuesta de ley presentada por el congresista republicano John Moolenaar, la cual busca poner fin al estatus PNTR otorgado a China desde el año 2000. Según Moolenaar, esta designación ha permitido al Partido Comunista Chino aprovecharse de Estados Unidos, erosionando su industria manufacturera y trasladando empleos a su “principal adversario”.
El embajador afirmó que el estatus PNTR no es un favor unilateral de Estados Unidos, sino una obligación para todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Desacoplamiento” económico perjudicial
Xie Feng destacó que un “desacoplamiento” económico con China sería perjudicial para ambas economías y advirtió que una guerra comercial prolongada “es como una espada de Damocles sobre las empresas estadounidenses”.
“Convertir los aranceles en un arma no es la solución y puede generar fácilmente una dinámica de represalias mutuas”, señaló el diplomático, subrayando que las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo podrían desestabilizar el sistema global de comercio.
Además, hizo un llamado a replantear las relaciones entre ambas naciones:
“¿Deberíamos elegir ser amigos de 1.400 millones de personas o enfrentarnos mutuamente? La respuesta es evidente”, dijo.
Impacto de nuevos aranceles
La posible imposición de aranceles del 60% a las importaciones chinas, propuesta por el presidente electo Donald Trump, representa otro foco de preocupación. Según un análisis de Capital Economics, estas medidas podrían reducir el PIB de China en un 1.1%, aunque el impacto podría amortiguarse si Pekín permite una depreciación del yuan, limitando la caída al 0.7%.
El regreso de Trump, quien inició la guerra comercial contra China en 2018, ha intensificado los temores sobre el rumbo de las relaciones bilaterales. Durante su campaña, el republicano prometió endurecer aún más las restricciones económicas hacia Pekín.
Nuevas restricciones y represalias
La tensión se ha agravado en las últimas semanas tras el anuncio del Gobierno de Joe Biden sobre nuevas restricciones al desarrollo de microchips en China. En respuesta, Pekín prohibió la exportación de metales clave como el galio, el germanio y el grafito, indispensables para la industria tecnológica.
De acuerdo con la consultora Trivium, estas restricciones tendrán un impacto significativo en las cadenas de suministro estadounidenses, dado que China controla el 98% de la producción global de galio.
Contexto y panorama
La posible revocación del estatus PNTR de China representa un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre ambas potencias. Mientras tanto, Xie Feng ha insistido en que ambos países deben buscar “un terreno común para cooperar” y evitar decisiones que puedan dañar el comercio global.
Con la inminente llegada de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025, se anticipa una mayor confrontación económica entre Estados Unidos y China, con repercusiones no solo para ambos países, sino para el equilibrio comercial internacional.