Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, fue presentado este 16 de diciembre ante el juez federal William E. Fitzpatrick en el Distrito Este de Virginia, donde se le negó la libertad bajo fianza tras ser acusado nuevamente por tráfico de fentanilo. De esta forma, el hijo de Dámaso López Núñez (“El Licenciado”), permanecerá bajo custodia en una prisión local de Virginia, donde enfrenta la posibilidad de una sentencia más severa.
De acuerdo con el periodista Luis Chaparro, El Mini Lic, quien hasta hace unos días fungía como testigo colaborador del gobierno estadounidense, fue detenido el pasado 12 de diciembre en su residencia en Washington, Virginia. La operación fue ejecutada por al menos 20 agentes federales, bajo una orden de arresto girada por autoridades del FBI y del Servicio de Alguaciles de EE.UU..
El arresto se llevó a cabo sin resistencia, pues familiares del narcotraficante de 37 años se encontraban con él al momento de la intervención. Según la investigación, que incluyó llamadas interceptadas, videos y testimonios de tres informantes, El Mini Lic habría participado en una red de tráfico de fentanilo que operaba desde Sinaloa hacia Estados Unidos. Otras dos personas también están implicadas en el caso.
Un testigo que cayó en desgracia
Dámaso López Serrano se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses el 27 de julio de 2017, apenas dos meses después de la captura de su padre, Dámaso López Núñez. En enero de 2019, se declaró culpable de tráfico de cocaína, heroína y metanfetamina, delitos cometidos en beneficio del Cártel de Sinaloa.
Su colaboración con la justicia le permitió reducir su condena a 72 meses en prisión y obtener el estatus de testigo protegido, participando en juicios clave como el de Joaquín “El Chapo” Guzmán y su esposa Emma Coronel Aispuro. Gracias a estos acuerdos, gozaba de protección federal y ciertos privilegios en EE.UU.
Sin embargo, la reciente acusación de tráfico de fentanilo ha cambiado por completo su situación. Aunque no aparece en los registros del Buró Federal de Prisiones (BOP), se debe a que actualmente se encuentra en una prisión local de Virginia, ya que el BOP solo administra las cárceles federales.
Investigación de ocho meses
Según el reporte de Luis Chaparro, el FBI llevaba al menos ocho meses investigando a López Serrano. Durante este tiempo, las autoridades recopilaron pruebas suficientes para vincularlo nuevamente con actividades ilícitas, entre ellas el tráfico de fentanilo, uno de los opioides sintéticos que más ha afectado a Estados Unidos en los últimos años.
Las nuevas acusaciones colocan a El Mini Lic en una posición comprometida, pues además de enfrentar cargos adicionales, su papel como testigo colaborador queda prácticamente anulado. De ser declarado culpable, las consecuencias podrían incluir una sentencia significativamente mayor y la pérdida de cualquier beneficio legal obtenido anteriormente.
Con este nuevo capítulo, Dámaso López Serrano, quien alguna vez formó parte del alto mando del Cártel de Sinaloa, enfrenta un futuro incierto en suelo estadounidense, mientras la justicia continúa cerrando el cerco en torno a figuras clave del narcotráfico.