Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, puso término al ninguneo a la oposición que fue permanente durante la gestión del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Luego de asistir a la entrega de la Medalla Belisario Domínguez en representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, la titular de la Segob acudió a la sede del Senado a una reunión con la Comisión de Gobernación. Allí dialogó con los, hasta ayer, ignorados legisladores de la oposición, pero también con los senadores del oficialismo. A los opositores les ofreció diálogo y construcción de acuerdos.
“Podemos tener diferencias políticas e ideológicas, pero siempre estaremos dispuestos a dialogar y a construir alternativas para lograr el bienestar y la tranquilidad que merecen las familias mexicanas”, les dijo.
La apertura fue aplaudida por el senador Marko Cortés, exjefe nacional del PAN. Dijo: “Eso hubiéramos deseado en el gobierno pasado de López Obrador. Recuerden ustedes que primero autorizaron al secretario de Gobernación para dialogar con los opositores y luego lo desautorizaron”.
Y es que en los cinco años y diez meses que estuvo en Palacio Nacional, el tabasqueño nunca dialogó con los opositores. “El diálogo que ellos quieren busca prebendas. Es regresar a los moches”, decía en las mañaneras.
De nuevo con Cortés. El panista dijo que fue “una buena reunión” con Rosa Icela. Los opositores le plantearon sus preocupaciones: “Primero que mantenga la pluralidad democrática y el respeto al diálogo; que esta reunión sólo sea el inicio de la posibilidad de dialogar, aunque no coincidamos”.
La secretaria de Gobernación mostró disposición. Ofreció una conferencia después del cónclave. Dijo que el tema que más le preguntaron los senadores fue la inminente repatriación de mexicanos que están en Estados Unidos.
Esta fue su respuesta: “El gobierno de México cuenta con una estrategia de recepción de connacionales para garantizar sus derechos humanos, brindarles apoyo y darles opciones de desarrollo a su llegada. Hay que dar una respuesta de Estado ante la problemática que vayamos a tener a partir de enero con respecto a nuestros paisanos”.
Y vaya que se necesita una respuesta de Estado. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que utilizará a los militares para deportar migrantes indocumentados. La funcionaria cerró la conferencia con una reflexión, muy al estilo de Vicente Guerrero, que escuchó en el cónclave y le gustó: “Frente a toda la problemática y las presiones que pueda haber, la patria es primero”.
* La Medalla Belisario Domínguez fue otorgada este año a la comunicadora tamaulipeca Ninfa Deándar Martínez, directora del periódico El Mañana. Fue galardonada por su “virtud, valentía y un compromiso inquebrantable con la justicia social”.
Se trata de una distinción que el Senado otorga anualmente a una persona que se haya distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad. A esa ceremonia solían concurrir los presidentes de la República. López Obrador interrumpió esa tradición. Sheinbaum tampoco asistió. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, justificó esa ausencia: “No hay garantías de respeto a su investidura”, dijo.
Deándar, de 84 años, no ocultaba su emoción. Dio color cuando dijo que esa medalla la merecía López Obrador. Se declaró dispuesta a seguirlo hasta La Chingada, rancho donde supuestamente vive el expresidente. Apenas y podía hablar. De cuando en cuando le ponían oxígeno. “¿Dónde está el hijo de Colosio?”, preguntó. El senador de Nuevo León subió a la tribuna, se colocó junto a ella y lo agarró de la mano.
* El senador del PRI, Alejandro Moreno, afirmó que el “terrorismo de Estado” coexiste en México con el “terrorismo criminal”. A pregunta expresa explicó: “Terrorismo de Estado es porque utilizan las instituciones para perseguir opositores, utilizan el terrorismo fiscal para perseguir a las y los ciudadanos; utilizan las fiscalías para doblar, para amedrentar, para que no se alce la voz… se van contra la libertad de expresión”.
En un desayuno de fin de periodo de sesiones, añadió: “El terrorismo criminal son los coches bomba, los drones que lanzan como bombas, los decapitados, las masacres. Eso genera terror en las y los mexicanos. Y pidió defender el Estado de derecho, el régimen republicano, la democracia y las libertades. “Hay que visibilizar lo que pasa en el país”, subrayó.
Interrogado sobre la propuesta de Cortés de poner en las leyes que la violencia del crimen organizado es terrorismo y que eso abriría las puertas a una colaboración militar de Estados Unidos para combatir a los cárteles, respondió: “Que lo presente de manera formal… Hay que tener una posición clara frente a EU. Es nuestro amigo, aliado y vecino… Hay que aprovechar su capacidad, los niveles de inteligencia, su tecnología”, subrayó.