Los estudiantes y sus padres se enojaron; habría que darles —al menos en parte— la razón. Los modos de Raquel Sosa Elízaga son peores que los de cualquier aspirante a fifí, esos a los que el oficialismo tanto critica… La doctora regañó a alumnos que recién se graduaban. Ella, que no es panista, se siente de sangre azul, por lo mismo ni la mano les tendió. Tampoco, por cierto, su título universitario o reconocimiento alguno.
A raíz de su desplante, fue retenida por alumnos y padres de familia durante casi nueve horas; ella, quien desde que fueron creadas, ha sido la directora de las universidades del Bienestar Benito Juárez. Esto ocurrió en Quintana Roo. Por supuesto, Sosa de inmediato los tildó de opositores…
No es la primera vez que los estudiantes de las Universidades del Bienestar han protestado. Tampoco es la primera ocasión que la titular los hayan dejado con un palmo de narices. En octubre de 2022, alumnos de medicina demandaron mejores planes de estudio; “estamos por terminar y no nos han enseñado cosas básicas”. En Palacio no quisieron escucharlos.
López Obrador defendió a la doctora Sosa asegurando que la directiva es persona honesta. Tan honesta que, para agosto de este año, casi el 80% de los egresados (6,372) de dichas universidades carecían de cédula profesional, esto es, no cuentan con título. Datos de la SEP señalan que hasta mayo de este año, solo ha expedido ¡1,335 cédulas profesionales de 47 de las 200 sedes! Ni siquiera del 25% de los planteles tienen graduados, sin embargo el gobierno desea aperturar más sedes…
Son padres y alumnos quienes señalan el que las universidades no cumplen su objetivo; “universidades de segunda” les llaman. En parte esto y en parte el que la voz de la comunidad estudiantil haya sido recogida por los medios y redes sociales llevó a la presidenta Sheinbaum a decir que “es falso que las unis de López Obrador sean de segunda”. De acuerdo: no son de segunda, ¡son de cuarta!
¿Hasta cuándo este régimen deberá defender lo malo del sexenio pasado?
A las UBBJG se les incrementará el presupuesto este próximo año para contar con más planteles que, como los ya existentes, estarán subutilizados.
Mal queda Claudia Sheinbaum, sabiendo de sobra de números, al decir que estas universidades son las mejores escuelas públicas de México sin tener ninguna métrica seria que lo sustente. Atenta súplica: algo que la presidentA NO debe comenzar a hacer es acudir a los trillados y falsos “otros datos”. Ella sabe que esas métricas no existen y que lo mejor sería desaparecer este programa y ver la forma de que estos estudiantes ingresaran a la UNAM, el POLI o la red de universidades/institutos tecnológicos públicos que hay en casi todo el país.
Más que defender a las UBBJ de los ataques, Sheinbaum debería preguntarse qué es lo que no funciona en dichas instituciones, empezando por la soberbia de la directora. En segundo término, recordar que son los funcionarios públicos quienes deben protegerla a ella con la excelencias de su desempeño y no al revés.
Mientras esto no suceda, efectivamente, las UBBJ no dejarán de ser de cuarta.
Giro de la Perinola
Preguntas capciosas: ¿las UBBJG volvieron a los estudiantes porros o ya lo eran?, ¿les enseñan a “detener” (secuestrar es un término más preciso) a las personas que no dan el ancho? Cría cuervos y te sacarán los ojos…