El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta su primera gran crisis en el sector salud: el desabasto de medicamentos. A pesar de que la presidenta estableció como prioridad resolver el caos heredado del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la ejecución de las compras consolidadas a través de Birmex se encuentra en un estado crítico.
Con la dirección de la institución aún vacante, el control recae en dos encargados de despacho: Jesús Cansino Olmos, señalado por su ausencia, y Emma López, responsable de la dirección de administración. López, quien tomó las riendas de las compras complementarias para 2024, implementó un sistema de subasta que terminó en fracaso, pues de las 2,800 claves de medicamentos, menos del 20% pudieron ser adjudicadas.
Decisiones improvisadas y señalamientos de corrupción
La estrategia de López para fijar precios por debajo del mercado y exigir entregas antes del 31 de diciembre ha generado un rechazo generalizado entre los proveedores. A esto se suma la acusación de favorecer a ciertos proveedores que no cumplen con los requisitos técnicos necesarios, lo que ha generado preocupación en el sector por el riesgo de impugnaciones y denuncias legales.
En medio del desorden, ha surgido el nombre de Juan Pablo González, hijo de un exdirector del ISSSTE y exsecretario de Salud ligado al PRI. Fuentes aseguran que González frecuenta la oficina de administración de Birmex y ofrece sus servicios “de urgencia” para adjudicar claves, lo que ha encendido las alarmas sobre posibles irregularidades en el proceso.
Un problema que se repite y afecta a los ciudadanos
La falta de experiencia técnica, decisiones improvisadas y disputas internas en Birmex amenazan con replicar el desabasto que marcó el sexenio anterior. El intento de realizar compras en plena temporada decembrina no solo ha generado desconfianza, sino que podría traducirse en costos más altos para el gobierno y un impacto directo en los derechohabientes, quienes enfrentan el riesgo de quedarse sin medicamentos esenciales.
A pesar de contar con figuras experimentadas en su gabinete, como el secretario de Salud David Kershenovich y el subsecretario Eduardo Clark, el desorden en Birmex evidencia que la solución al problema del abasto de medicamentos requiere más que buenos nombramientos: se necesita planificación, conocimiento del sector y transparencia en las adquisiciones.