Cada quien tiene su forma de comunicar, percutió en la semana la presidenta Sheinbaum en torno de las disonancias con Trump. En la semana, con el presidente argentino Milei en punta, tomó fuerza una forma muy agresiva de comunicar. Huésped de la Conferencia de Acción Política Conservadora, Milei llamó a una gran batalla cultural “para que los zurdos latinoamericanos no entren por cualquier lado, porque con sus ideas de espanto, a donde van generan miseria”. Y largó la consigna: “Hay que acabar de una vez por todas con la basura socialista”. Escudado en el triunfo de Trump afirmó que se respiran tiempos de libertad. Vía Steve Bannon, el alma trumpista le devolvió: “El destino de los sudamericanos está en manos de Milei”. Parecería un circo de payasos con rifles, pero el viernes, Lula sonriendo a un lado, Milei firmó el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea que crearía la zona de libre comercio más grande del planeta, 720 millones de consumidores. “El acuerdo es una necesidad política y un mensaje claro y poderoso al mundo”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, exministra de Defensa de Alemania, Úrsula von der Leyen, con su forma de comunicar. Y así, cada quien con la suya.