Fuentes del Kremlin confirmaron que Assad y su familia salieron de Siria poco después de que las fuerzas rebeldes tomaran Damasco, consolidando su victoria en una guerra civil que se prolongó por casi 14 años. Sin embargo, el gobierno ruso no ha emitido una declaración oficial al respecto.
La llegada de Assad a Moscú se produce en medio de un panorama incierto en Siria, donde la oposición ha tomado el control de la capital y ha declarado el inicio de una nueva era. Abu Mohammed al-Golani, líder de la mayor facción rebelde, calificó la caída de Assad como “una victoria para la nación islámica” durante su primera aparición pública desde la toma de Damasco.
Celebraciones en Siria y mensaje rebelde
En Damasco, multitudes salieron a las calles a celebrar la caída del régimen. En la emblemática mezquita Umayyad, al-Golani, usando su nombre real Ahmad al-Sharaa, criticó al expresidente, señalando que había convertido a Siria en “una granja para la avaricia de Irán”.
Bajo el liderazgo de al-Golani, las fuerzas insurgentes lograron movilizar a diferentes facciones rebeldes que, después de años de enfrentamientos, unieron esfuerzos para derrocar al régimen.
Las imágenes de miles de personas ondeando la bandera revolucionaria siria en las plazas centrales de Damasco recuerdan los primeros días de la Primavera Árabe, cuando manifestaciones similares desataron la revuelta contra Assad en 2011.
El fin de una era
La salida de Assad pone fin a más de 50 años de dominio de la familia en Siria, iniciados por su padre, Hafez al-Assad, en 1970. Durante su mandato, Bashar al-Assad enfrentó un levantamiento popular que se transformó en una guerra civil brutal, dejando casi medio millón de muertos y desplazando a la mitad de la población del país.
El conflicto sirio se convirtió en un escenario de enfrentamiento entre potencias internacionales y regionales, con Rusia e Irán respaldando al régimen, mientras que otras naciones apoyaron a diferentes facciones rebeldes.
La caída del gobierno de Assad y su exilio en Moscú marcan un nuevo capítulo en la historia del país, aunque el futuro de Siria sigue siendo incierto, con múltiples grupos enfrentados y regiones controladas por diversas facciones.
Reacciones internacionales
La noticia de que Rusia ofreció asilo a Assad ha generado diversas reacciones en la comunidad internacional. Mientras Moscú mantiene silencio oficial sobre el paradero del exmandatario, los países de Occidente han señalado la importancia de garantizar que el nuevo gobierno en Siria respete los derechos humanos y fomente la reconstrucción del país tras años de conflicto.
En tanto, los analistas coinciden en que el vacío de poder en Siria podría dar lugar a nuevas tensiones entre los distintos grupos armados que operan en el país y aumentar la influencia de potencias extranjeras interesadas en la región.