Una balacera ocurrida la tarde del 12 de diciembre en la colonia Laureles Pinos de Culiacán, Sinaloa, dejó un saldo de tres personas muertas y cinco lesionadas, entre ellas un menor de 10 años, confirmó el secretario de Seguridad Pública estatal, Gerardo Mérida Sánchez, quien calificó los hechos como “lamentables”.
De acuerdo con las autoridades, el enfrentamiento fue resultado de un “topón” entre grupos delincuenciales. Uno de los fallecidos, presunto miembro de una célula criminal, fue encontrado en el asiento del piloto de una camioneta con una granada y un rifle de asalto. El vehículo recibió múltiples disparos en el parabrisas.
Sin embargo, dos de las víctimas mortales eran civiles ajenos al conflicto. María Antonia “N”, de 58 años, murió a causa de impactos de bala en la cabeza y el cuerpo. Rosa María “N”, propietaria de un puesto de tacos, falleció mientras atendía su negocio al desatarse la balacera.
Entre los heridos se encuentran un niño de 10 años, un joven de 18 y tres integrantes de una familia que aparentemente se encontraba en el puesto de comida al momento del ataque.
La jornada violenta del 12 de diciembre dejó un total de 11 homicidios dolosos en Sinaloa, según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE). En Culiacán, se reportaron asesinatos en la avenida Manuel J. Clouthier, la Carretera 19, la colonia Las Coloradas y la colonia 10 de Mayo.
Fuera de la capital del estado, se registraron homicidios en el municipio de Salvador Alvarado (localidad de El Mauto), en la sindicatura Gustavo Díaz Ordaz (Ahome) y en la colonia Centro de Mazatlán.
La violencia en Sinaloa se enmarca en la pugna entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayos, integrantes del Cártel de Sinaloa. Hasta el 9 de diciembre, la FGE contabilizó un saldo de 555 homicidios dolosos vinculados a este conflicto criminal en los últimos tres meses.