La técnica de convencimiento que Red Bull está utilizando con Sergio Pérez para que deje su lugar en 2025 está funcionando.
Ayer, después de la victoria de Max Verstappen en Qatar, el jefe del equipo Christian Horner dejó al descubierto que solo el mexicano puede decidir el futuro, pero, lo exhortó a analizar su rendimiento y si realmente vale la pena continuar.
“Lo que decida hacer, será su decisión al final del día. Creo que es lo suficientemente grande y sabio como para llegar a sus propias conclusiones, pero ya sabes, todavía queda una carrera y vamos a llegar al final de Abu Dhabi y luego ver dónde estamos”, dijo el mandamás.
Con el abandono en la penúltima cita del calendario por falta de potencia en el motor y las bajas temperaturas de los neumáticos, el tapatío sumó 17 carreras fuera el top 5, pues su mejor resultado fue en el cuarto puesto en Miami, hace 7 meses.
Esta pérdida de unidades afectó directamente a la franquicia de Milton Keynes en el Campeonato de Constructores al pasar del liderato a la tercera plaza, que si bien no fue culpa de Pérez en su totalidad sino también del monoplaza, el personal de la fábrica si lo hace responsable.
La escudería y Checo están atados por un contrato de 1+1, ya que el segundo año dependería exclusivamente de los puntos, victorias y podios que registre en 2025, sin embargo, para ponerle fin a esa firma, la indemnización sería de 40 millones de dólares, aproximadamente.
En caso de anunciar su salida voluntaria en Abu Dhabi, como lo afirman múltiples fuentes, Horner y el asesor Helmut Marko se reunirían el 9 de diciembre para acordar el nuevo papel de embajador del tricolor hasta que vuelva a la Máxima Categoría.
Si el movimiento resulta efectivo, el siguiente en la lista para competir el garaje con Max Verstappen sería Liam Lawson, pese a su poca experiencia, y en el equipo menor de Racing Bulls se quedarían Yuki Tsunoda y el piloto de Fórmula 2 Isack Hadjar.
¿Será el final de la historia entre Checo Pérez y Red Bull?