“¡Cámara! Ya se la saben; voto o bote.” Así llegó algún negociador de Morena con Yunes Márquez. Mejor ser parte de la fracción más grande del Senado y pasar —cuando menos— el resto de este sexenio saboreando las mieles del poder, que terminar en la cárcel.
¿Se acabó la corrupción? ¿No somos iguales? Ajá… Aprobar la reforma judicial bien vale asociarse con quien antes señalaron (estando en lo cierto) de delincuente.
Y él no tardó mucho en cobrársela y aquellos en pagar. Los delitos que se le imputaban al legislador desaparecieron.
No, de esto no se vale echarle la culpa al Poder Judicial; la Fiscalía de Veracruz fue la que solicitó cancelar las órdenes de aprehensión contra Miguel Ángel Yunes. La Fiscalía General de la República, comandada por Alejandro Gertz Manero, es la que se encargó de cancelar las fichas rojas de búsqueda. ¡Qué bonita familia!
Fue el pago realizado por las… muy autónomas fiscalías (ambas controladas por el oficialismo) para que el senador se pueda mover con total libertad en México y en el mundo. Carpetazo al asunto al unísono. ¡Menuda coincidencia!
Que más da que la ciudadanía lo esté acusando de “corrupto y vendido”; el chiste aquí es no pisar el frío cemento de un CERESO.
Al menos, entonces, no dejar de señalarlo. Gritarle, ¡corrupto!, ¡vendido! Pequeño precio que pagar por tanta sinvergüenzada. ¿No les parece? Total, “solo” se le acusaba de los delitos de: uso de documentos falsos, falsedad ante la autoridad y fraude procesal. Poquito menos que a su padre, a quien se le señala de pederasta (“Los demonios del Edén”, Lydia Cacho).
Pero como bien dice el fundador de Morena: “amor con amor se paga”. Y hoy se sabe que la orden de aprehensión contra Yunes Márquez se canceló el 9 de septiembre, esto es, ¡un día antes de la votación de la reforma al Poder Judicial!
Todo esto debería ser un escándalo. El gobierno pasó su reforma y para ello perdonó a un delincuente, pero a quien Yunes Linares y todo el régimen acusan de traidor es a Marko Cortés del PAN… Y no, no es que defienda al pambazo ese que hasta hace poco era el dirigente se Acción Nacional, pero ello no quita que en este caso los cínicos son los morenistas.
Los Yunes padre e hijo le entraron a la venta de indulgencias otorgadas por la 4t; además consiguen puestos de poder. Unos y otros se van superando en cinismo. No les importa quedar como mercachifles frente a quienes los eligieron.
Y al oficialismo le tuvo sin cuidado que Rocío Nahle amagara con salirse de Morena si este partido (que es el de ella) pactaba con los traidores. Pero en el fondo a ella también, tanto así que ahí sigue… Nada tontos los de Morena. A Yunes había que perdonarle sus delitos antes de que ella asumiera la gubernatura de Veracruz, pues no estaban seguros de que la señora aceptaría “el arreglo” que se alcanzó con el legislador.
Vísceras, odios y amores, pero ¿justicia? ¿Qué las fiscalías cumplan con su deber constitucional? Eso no.
Juego de traiciones; la de los Yunes haciéndole al PAN y a México. En algún momento esa familia se las hará igual a los morenistas. Es cuestión de tiempo.
Hay responsabilidad también en la “oposición” al llamar a sus filas a personajes que tienen ordenes de aprehensión giradas en su contra. También a los que conocen de traiciones o a quienes aspiran a mejores “acuerdos” en política. Se sabía o se podía intuir que Yunes era el candidato perfecto… para traicionar y venderse por su impunidad.
Siempre hay un escalón más bajo en la porquería política; siempre hay una manera de demostrar cómo ser más cínico y más impúdico.
La próxima vez que en tribuna legislativa o en el atril de la mañanera nos digan “ya no hay impunidad” —y que por eso ya no se necesita al INAI—, recordemos el cinismo de Yunes y cómo habita en el México de Morena. Recordemos esa transacción de un voto por el retiro de la orden de aprehensión en su contra. Un nuevo pacto de impunidad.
Giros de la Perinola
Otra de veracruzanos. El presidente de la Cámara de Diputados, el veracruzano y morenista Sergio Gutiérrez Luna, el que juega futbol en el recinto legislativo e invitó a Maussan con sus “alienígenas” al recinto legislativo, pide al Senado que no desaparezca la Escuela Judicial Electoral, a pesar de que él fue el primero en votar a favor del adefesio de la reforma judicial. ¿La razón de esta nueva petición? Que estudia ahí su doctorado…
Valen dos preguntas: cuando lo termine y tenga el título ¿volverá entonces a pedir que esfumen dicha escuela? Todos los que estudian allí y que esforzándose subían en el escalafón del Poder Judicial, ¿qué pensarán de su compañerito de clase?