Nos cuentan que en pasillos del Palacio Nacional se escucha que hay quienes, desde la parte económica del gabinete, impulsan la idea de replantear y posponer la elección de jueces y magistrados programada ya en la ley para llevarse a cabo en junio de 2025. Ante lo apretado del Presupuesto de Egresos del año entrante por las nuevas obras y programas sociales de la presidenta Claudia Sheinbaum, más la necesidad de bajar el gasto para controlar el déficit, en la Secretaría de Hacienda que encabeza Rogelio Ramírez de la O le ponen veladoras para que la mandataria acepte una salida política que permita no tener que programar los 13 mil 200 millones de pesos que está calculando “precautoriamente” la Junta Ejecutiva del INE para organizar la complicada elección. Hasta ahora, nos dicen, no han recibido señales positivas. Pero la esperanza muere al último para los encargados de que alcance el dinero.
Nos comentan que quienes tienen la billetera lista para ir de compras son los responsables de la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz. La Dirección de Adquisiciones de la Fiscalía lanzó hace unos días una licitación pública para sustituir e instalar un nuevo sistema de circuito cerrado de televisión para las instalaciones del Centro de Evaluación y Control de Confianza de la FGR. Entre estas sustituciones, nos comentan con documentos en mano, que además de los cientos de cámaras de vigilancia, también se adquirirán 98 micrófonos que estarán ocultos en techos y paredes. ¿El monto? Nos adelantan que será considerable. La tarde del 6 de noviembre se dará a conocer el fallo de la empresa ganadora y la cifra final del costo.
Nos cuentan que en el Senado el nivel del debate va en espiral descendente. Una de las protagonistas recurrentes de episodios con gritos y sombrerazos es la morenista Lucía Trasviña, especialista en un lenguaje florido que durante la sesión del jueves, en la que se declaró la validez de la reforma conocida como de “supremacía constitucional”, de plano derivó en agresiones, codazos e improperios contra la senadora priista Karla Toledo. Todo con el afán de estrenarse como guarura del líder de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, porque ahora los combativos morenistas no aguantan ni una interpelación de los opositores y de inmediato se dicen atacados y ofendidos. En redes ya etiquetaron a doña Lucía como “Lady Codazos”.
Y ya que hablamos de la delgada piel que muestra Fernández Noroña ahora que es presidente del Senado, nos recuerdan un incidente en septiembre del 2018, cuando el entonces diputado petista exigía el uso de la palabra al presidente de la Mesa Directiva, su compañero de partido Porfirio Muñoz Ledo, con gritos, insultos y subiendo a la tribuna en San Lázaro. Ahora que él debe conducir las sesiones y los debates en la Cámara alta, Don Gerardo regatea el uso de la palabra a la oposición y exige respeto a su persona y su cargo ante reclamos como el de Alejandro ‘Alito’ Moreno que subió a reclamarle a la tribuna. La amnesia total. Ni un poquito le aprendió al parlamentario Muñoz Ledo.