La actitud de las cúpulas de los partidos de oposición al régimen, de avalar la derrota electoral y dejar a los mismos grupos repetir en las dirigencias, abre puertas y ventanas al nacimiento de nuevas organizaciones políticas. En enero inicia el período de inscripción para aspirantes a salvadores de la patria.
¿Cuántas opciones buscarán su registro?
Quién sabe.
Pero uno de ellos podría ser una réplica del Partido Libertario, una ideología considerada como de derecha.
Como uno de sus impulsores ya se menciona al empresario Ricardo Salinas Pliego, el famoso Tío Richie, quien de esta forma estaría construyendo su plataforma para buscar su candidatura presidencial. O dar batalla al gobierno en materia de pago de impuestos.
En mercadotecnia política todo se vale.
Por eso se vale pensar que el Tío Richie podría ofrecer bonos especiales a la nueva militancia del Partido Libertario, como por ejemplo descuentos en artículos electrodomésticos en sus tiendas Elektra que tiene a lo largo y ancho del país.
Negocio redondo.
En lo comercial y político.
Y en un descuido el Tío Richie jala a su causa a una buena parte de los grupos empresariales del país.
Paralelamente, los integrantes del descuartizado Poder Judicial ya anunciaron su interés por formar su propia organización, con miras a convertirse en partido político. Aquí estamos hablando de más de 50 mil familias que, junto con familiares, amigos, conocidos y simpatizantes, estarían conformando un bloque de respetable fuerza.
Y si unen fuerzas libertarios y jueces, estaríamos viendo a un fuerte partido político, sucesor de las glorias del PAN y el PRI.
La victoria de Donald Trump marca el inicio de un periodo difícil para México.
El Mr President ya advirtió que reducirá los impuestos a sociedades, bajando del 25% al 15%.
No es un paraíso fiscal, pero sí es muy competitivo para un país tan grande. Adiós al nearshoring si eso sucede.
No tendremos manera de competir contra eso, en México es del 30%, más cobro de piso, más moches a autoridades.
¿Cómo planea Trump compensar la pérdida de ingresos fiscales tras la reducción de impuestos? Aumentándonos los aranceles.
El presidente electo adelantó que “el primer día” de su mandato va a amenazar a México con aranceles del 25% a todas sus importaciones si no frena la “llegada de criminales y drogas al país”.
Ante este panorama, México podría perder su poco atractivo como destino de inversión y ver afectadas regiones clave.
El coctel sería explosivo: menos inversión, un crecimiento económico más lento y una mayor presión sobre el peso. Además, mayores riesgos de endeudamiento con los elefantes blancos del bienestar.
Pero esta crisis también ofrece una oportunidad para que México se reinvente.
Es urgente considerar una reforma fiscal que haga al país más competitivo.
La reducción de impuestos a sociedades, junto con incentivos claros para la inversión, podría ayudar a contrarrestar los efectos de las políticas proteccionistas de Trump.
Habrá que ver si surgen nuevas opciones políticas capaces de captar la atención y el entusiasmo del respetable.
Ahí está el detalle, como diría Cantinflas.