A diferencia de lo sucedido en 2016, Donald Trump ha vuelto a mostrarse muy cerca de sus hijos en la previa a su regreso a Washington. Con el papel público y la convocatoria que han adquirido durante la reciente campaña en Estados Unidos, esto es visto como un punto favorable en el Palacio y surge la posibilidad de que Jared Kushner, yerno del próximo presidente y exasesor en su primer gobierno, sea designado como embajador en Ciudad de México.
El posible nombramiento de Kushner como embajador en México es visto con optimismo en el Gobierno, ya que creen que podría moderar los arrebatos de Trump en lo que respecta a la relación entre ambos países. Además, su cercanía al presidente sirve como una señal de que no tiene animosidad hacia México, lo cual es fundamental para mantener una buena relación bilateral.
Sin embargo, en las últimas horas han surgido preocupaciones en el gobierno de Sheinbaum. La designación de Marco Rubio como próximo secretario de Estado, de Stephen Miller en los temas fronterizos y de Mike Waltz como consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, son perfiles con una retórica explosiva hacia México. En este contexto, la posible designación de Kushner es vista como una señal de distensión.
La victoria aplastante de Trump y el control total que tiene sobre la escena política de su país también preocupa al Palacio, ya que creían que la fricción doméstica reduciría las intenciones más incendiarias hacia México, especialmente si los demócratas controlaran al menos una de las dos Cámaras. Pero esto no sucedió.
Además, en comparación con 2016, el entorno de Trump es mucho más experimentado y sistémico. En aquel entonces, estaba rodeado de figuras marginales, mientras que ahora cuenta con un equipo más profesional. Esto cimienta la idea de que su gobierno podría funcionar mejor en su segunda administración, lo cual es preocupante para el gobierno de Sheinbaum.
Otro factor que enciende las alarmas en el Palacio es que, en comparación con hace ocho años, Trump ahora cuenta con el respaldo del hombre más rico del mundo y tiene más apoyo en Wall Street. Esto sugiere que su gobierno podría tener una mejor capacidad para desempeñarse en términos económicos.
Por último, en medio de todas estas preocupaciones, surgió un punto de coincidencia entre Estados Unidos y México. La decisión de Trump de designar a Kristie Noem, gobernadora de Dakota del Sur, como secretaria de Seguridad Interior, es vista con buenos ojos en México. Ella comulga con la idea de una profunda revisión en las agencias de seguridad estadounidenses, algo que también es de interés para el país vecino, especialmente después de la reciente embestida del embajador Ken Salazar contra el presidente López Obrador.