Lo malo de las cortinas de humo es su poca duración: La polémica de los adolescentes desaparecidos y luego involucrados en actividades criminales se disipó. Y todo vuelve a la normalidad: Sonora encabezó la lista de estados con mayor número de homicidios, con 12.
Así, nuestro estado desplazó a otras entidades violentas, como Guanajuato, Morelos y ciudad de México. En reportes recientes aparecieron cinco cuerpos frente a la Universidad Autónoma de Sinaloa, en Culiacán.
Lo cierto es que el país necesita con urgencia replicar operaciones enjambres, como la realizada en Edomex, donde detuvieron a un buen número de funcionarios públicos involucrados en actividades criminales.
A Sinaloa le urge, pero ya entrados en gastos podrían hacerla también en Sonora.
Y en Baja California, Chihuahua… bueno, en todo el país para que nadie se ofenda.
A como se ve el futuro cercano, lo más probable es que México acepte una coordinación con Estados Unidos para juntos atacar el problema de las drogas y la emigración irregular.
Más vale negociar con sentido patriotero antes que los gabachos quieran instalar una base militar en territorio mexicano. Por las buenas o por las malas.
Los aranceles es la punta de lanza de un excelente vendedor, como Donald Trump. Al rato irá por más. Ya ve que le encanta doblar a políticos mexicanos. Ahora se ve más cercano el gravar las remesas que envían paisanos desde Estados Unidos.
Nuestra presidenta dice que a los aranceles norteamericanos vendrán aranceles mexicanos. Mal enfoque. Mejor que nos digan cuánto tiempo podemos aguantar una guerrita de aranceles con la economía más grande del mundo. ¿Semanas, días? Trump iría por una guerrita de tres a seis meses, suponemos. Y con una frontera semi cerrada vendría la esperada recesión acompañada de una inflación incontrolable.
Y entonces sí, ni con el apoyo de países aliados, como las super potencias Cuba, Venezuela o Nicaragua, dejaríamos atrás la ruina.
Por lo pronto, los que puedan, a comprar dólares.