En su primera participación en una cumbre de líderes mundiales, la presidenta Claudia Sheinbaum asistirá a la Cumbre del G20 en Río de Janeiro con la intención de defender el proyecto de la Cuarta Transformación y proponer la exportación de programas sociales, como “Sembrando Vida”, a nivel internacional. Su intervención estará enfocada en reducir el gasto militar global y destinar más recursos a combatir el hambre y la pobreza.
Sheinbaum aprovechará la iniciativa de la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza, promovida por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, para presentar la agenda social mexicana como una alternativa viable para el desarrollo global. Sin embargo, su propuesta enfrenta un escenario complejo y polarizado, especialmente por la guerra entre Rusia y Ucrania, tema que podría tensar la reunión, dado que Rusia, miembro del G20, continúa siendo respaldada diplomáticamente por países como China.
“Sembrando paz”, mientras las guerras dominan el debate
La presidenta mexicana adelantó que propondrá que un uno por ciento del gasto mundial en armamento, que en 2023 ascendió a 2.7 billones de dólares (según cifras de Sheinbaum), se redirija a programas de desarrollo social como “Sembrando Vida”. “¿Qué pasaría si ese uno por ciento se destinara a atender a los más necesitados del mundo?”, planteó el pasado 8 de noviembre.
Aunque Sheinbaum buscará mostrar el modelo mexicano como un ejemplo de éxito, las cifras y realidades internas en México podrían contrastar con su mensaje en el G20. Los programas sociales, si bien populares, han sido criticados por su falta de seguimiento y resultados tangibles en términos de erradicación de la pobreza. Además, la propuesta de redirigir gasto militar podría parecer idealista en un contexto donde la mayoría de las potencias del G20 priorizan la seguridad frente a conflictos crecientes.
Reuniones clave en una agenda internacional ambiciosa
En el marco de la cumbre, Sheinbaum sostendrá reuniones bilaterales con líderes mundiales como el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol, entre otros. Estas reuniones serán una prueba clave para su capacidad de gestionar relaciones internacionales y proyectar liderazgo en un entorno que podría ser crítico con las políticas de su gobierno.
Además, su participación estará acompañada por el canciller Juan Ramón de la Fuente y la secretaria de Energía, Rosa Elena González, quienes atenderán temas relacionados con transición energética y desarrollo sostenible. Sin embargo, se espera que Sheinbaum no participe en la sesión sobre “Desarrollo sostenible y transiciones energéticas” programada para el segundo día de la cumbre, lo que podría interpretarse como una oportunidad perdida para abordar uno de los temas prioritarios a nivel global.
Exportar la 4T al mundo: reto o aspiración desmedida
Sheinbaum busca posicionar la Cuarta Transformación como un modelo global, aunque el contexto interno podría dificultar esta ambición. Mientras la mandataria promueve los programas sociales mexicanos como solución a problemas globales, las críticas al manejo de recursos públicos, la inseguridad y los retos económicos en México generan dudas sobre la viabilidad de exportar dicho modelo.
Aunque Sheinbaum aspira a llevar la experiencia mexicana al escenario mundial, los desafíos internacionales —como las tensiones entre grandes potencias y la crisis climática— plantean interrogantes sobre la recepción y el impacto de su propuesta en un foro tan diverso como el G20.
Con información de:
REFORMA