Reforma fiscal a la vista: Sheinbaum y Morena preparan ajustes profundos a los impuestos

La presión de calificadoras y la necesidad de fortalecer las finanzas públicas acercan a México a una reforma tributaria.

Nacional

Mario Maldonado asegura que el gobierno de Claudia Sheinbaum está en la mira de una reforma fiscal profunda, un tema que comienza a tomar forma tras las alertas de las calificadoras internacionales sobre el manejo de la deuda y las estrechas condiciones fiscales evidenciadas en el Paquete Económico 2025.

Aunque en campaña Sheinbaum aseguró que no habría necesidad de una reforma fiscal, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el coordinador de diputados de Morena, Ricardo Monreal, han dejado entrever que los ajustes tributarios son inevitables.

“Tengo que darle a la presidenta la prioridad de que lo anuncie en el momento en el que lo considere oportuno”, dijo Ramírez de la O en su reciente comparecencia ante el Congreso. Por su parte, Monreal fue más directo al declarar: “México necesitará una reforma fiscal profunda muy pronto”, con énfasis en una política de progresividad fiscal para que quienes más ganan contribuyan en mayor medida.

El plan: contribuyentes de altos ingresos, herencias y grandes fortunas

Los primeros indicios apuntan a que el ajuste fiscal se enfocará en los contribuyentes cautivos de mayores ingresos, incluyendo personas físicas y empresas medianas y grandes. Además, se analiza la posibilidad de gravar las herencias y establecer impuestos a las grandes fortunas, como se ha implementado en otras naciones.

También resurge la propuesta de aumentar la carga fiscal a los bancos, un sector que en los últimos cinco años acumuló ganancias cercanas a 959 mil millones de pesos, según datos de la CNBV. Solo en 2023, las instituciones bancarias registraron utilidades por 273.3 mil millones de pesos, con BBVA México y Banorte encabezando la lista de mayores beneficios.

En mayo pasado, el Financial Times ya había revelado que el gobierno mexicano analizaba internamente medidas para aplicar nuevos impuestos a las ganancias del sistema bancario, aunque estas propuestas aún no se han hecho públicas.

Sheinbaum deja abierta la puerta

En su conferencia matutina, Sheinbaum se mostró cauta sobre el tema, asegurando que su gobierno priorizará fortalecer la recaudación actual y combatir la evasión fiscal. Sin embargo, admitió que podría haber necesidad de medidas adicionales: “Si son necesarias reformas adicionales, lo estaremos trabajando a lo largo del próximo año, pero creo que hay muchas oportunidades de recaudación sin una reforma fiscal profunda”.

Presión internacional y realidad económica

La posible reforma ya está siendo discutida con líderes de la iniciativa privada bajo el argumento de construir un consenso con los sectores económicos del país. Sin embargo, analistas y expertos advierten que las finanzas públicas no tienen margen para esperar mucho más.

Las calificadoras internacionales han encendido las alarmas sobre el riesgo de que México pierda su grado de inversión, un escenario que podría concretarse si no se toman medidas para fortalecer los ingresos fiscales, especialmente en un contexto de alto gasto social.

Contra lo prometido en campaña, los ajustes fiscales parecen inminentes. Para el gobierno de Sheinbaum, la reforma tributaria se presenta no solo como una necesidad financiera, sino como una decisión de alto costo político que marcará el rumbo de su administración.