No estamos para bromas y, sin embargo, se empeñan en recetárnoslas. Ahora resulta que Hacienda se equivocó en los presupuestos de la UNAM y del IPN. Ajá… El error con la Universidad Nacional fue en “solo” un poco más de siete mil millones de pesos. Esto es, el financiamiento inicialmente anunciado pasaba de 56,601 millones de pesos en 2024 a 49,108 millones en 2025. ¡Una reducción presupuestal del 15.2%!
En cuestión de horas, salió la SHCP a decir que se había equivocado, que se le chispoteó. A otro ganso con ese cuento (graznar, graznar, graznar).
Cuál error ni qué ocho cuartos; los del gobierno recularon.
Y recularon no debido a que la rectoría de la UNAM haya lanzado un comunicado. Tampoco porque “Claudia Sheinbaum es egresada de la UNAM y no lo permitiría”. ¡Qué va! El oficialismo le media el agua a los camotes. Esa es la verdad. Pero, en cualquier caso, aquí aplica el: si fue error, malo; si no fue, peor. Y no, no fue error.
Imposible pensar que quienes llevan al menos un sexenio haciendo presupuestos ahora se equivocan. Son tontos, pero no tan tan tontos. Improbable, porque los errores que se dan en los presupuestos son por un cero de más o uno de menos, pero no recortando el 15.2%. (Por cierto, el errorcito continúa para otras universidades públicas como es la Universidad Autónoma Metropolitana a pesar de que de concretarse el recorte del 14% sobre su presupuesto para el 2025 implicará la desaparición de su programa de becas.)
Un errorcito de 10 mil 268 millones de pesos en la formulación del presupuesto sumadas la UNAM y el Poli. “Errorcito” que ahora Hacienda “compensa” con un incremento garantizado para ambas casas de estudio de un 3.5% sobre el presupuesto del 2025. ¿De dónde recortarán (más) ahora para que el presupuesto federal total no se incremente?
¡Albricias porque a la universidad de todos los mexicanos tendrá un incremento! Un pésame por todas las universidades públicas que sufrieron una reducción en su presupuesto. ¿Como cuales? La Universidad Pedagógica Nacional con un recorte de 989.2 millones (los próximos maestros tendrán aún más deficiencias); la Universidad Autónoma Metropolitana, con mil 337.4 millones menos. En este caso y para las demás públicas, ¿el error se mantiene? O para ellas, la disminución de su presupuesto NO es error.
Eso sí, las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García” duplicaron su presupuesto al pasar de mil 562.6 millones de pesos, a 3 mil 14.9 millones. ¡Qué importa que no tengan egresados!
El error que no fue error fue la típica estrategia de medir la reacción; probar con un ‘chicle y pega’. Si nadie hacía ruido o el reclamo era menor, la disminución del presupuesto continuaría.
Con un efecto colateral: buscando que los estudiantes, docentes y académicos afines a la 4t en la UNAM reclamaran y, ante su reclamo, incrementar el presupuesto y tener en este sector la defensa más férrea de Claudia. Disque sí los escucha….
Y mientras unos celebran su “poder” de presión, queda más que evidenciado que todo esto no se trató de un error. ¿Por qué lo digo? El presupuesto para la Secretaría de Cultura es el menor desde que esta fue creada. La disminución en el presupuesto de todas las universidades públicas, exceptuando las de “Benito Juárez”, lo mismo (en proporción a su estudiantado).
Acabamos de atestiguar que el horno no estaba (ni está) para bollos. No quita que este régimen lo encendió y le midió la temperatura.
Giro de la Perinola
• El recorte de más del 30% a Salud, ¿otro error?
• Ricardo Monreal que se ufana de dar clases de derecho en la UNAM guardó un silencio sepulcral ante la disminución del presupuesto a la Máxima Casa dd Estudios. Pero el peor silencio provino de quien fue rector de esa institución y ahora despacha frente a La Alameda. La película “El silencio de los inocentes” tiene una secuela: The Silence of the Geese; la 4t no abrió la boca.
• Otros que guardaron silencio: la UNAM pudo declarar un plagio, retirar una licenciatura, salvaguardar a la SCJN, señalar la incongruencia y error de la reforma al Poder Judicial y a la Ley de Amparo (tal vez evitarla incluso). De lo que sí se quejó es de la disminución de su presupuesto. Menos mal.